'El extraordinario viaje de T.S. Spivet': Del director de 'Amelie'
Después de su fallida experiencia norteamericana con 'Alien: Resurrección' (que tampoco estaba tan mal), Jean-Pierre Jeunet sorprendió en 2001 a propios y extraños con 'Amelie', uno de esos filmes que no requieren de presentación alguna. Jeunet sorprendió tanto para bien... como para mal, pues aquel día muy posiblemente Jean-Pierre Jeunet dejo de ser Jean-Pierre Jeunet para ser conocido simplemente como "el director de Amelie". Y como bien pone en su cartel 'El extraordinario viaje de T.S. Spivet' es la nueva película "del director de Amelie", uno de esos filmes que marcan inexorablemente una carrera a lo largo de todos sus años de vida, y más allá.
Un clásico, repasar una carrera para alcanzar un número de caracteres. Con Jeunet es innecesario: una vez dejo atrás a Marc Caro y sobrevivió al Xenomorfo pasó a ser por siempre jamás "el director de Amelie" -nos tememos-. Una percepción un tanto injusta tal vez: si valemos tanto como lo mejor película que hayamos hecho, cualquier otra que podamos hacer siempre será inevitablemente peor. Las malditas comparaciones, por un lado; la alargada sombra de un éxito comercial, popular y artístico tan mayúsculo, por el otro. Y por último, un estilo propio perfectamente reconocible incapaz de perdonar, ya sea hablando en francés o en inglés, la presencia del simpático Dominique Pinon de fondo. O toda una figura autoconcluyente resumida en sí misma.
Con 'El extraordinario viaje de T.S. Spivet' Jeunet no logra quitarse de encima dicha losa, de la misma manera que Javier Fesser tampoco logró quitarse la suya con 'Camino', siendo sendos cortometrajistas obligados por las circunstancias a ejercer de largometrajistas. Y eso que esta adaptación del manuscrito de Reif Larsen sea posiblemente el filme más compensado y equilibrado que ha hecho el francés, quien sabe si por una mera cuestión de edad, de consciencia de sí mismo o derivado del, por otro lado, soberbio y colorido empleo de la fotografía en 3D (hinchada al IMAX en algunos territorios), en uno de esos raros casos en los que su empleo realmente aporta un valor adicional que justifica rascarse el bolsillo.
Sea por lo que fuere, se hace patente la voluntad de Jeunet por minimizar, a través de la sobriedad y la mesura, la que supone la mayor de sus carencias presente en casi todos sus filmes, su incapacidad para cohesionar en armonía los distintas segmentos de sus películas. El resultado es agradable de ver y fácil de disfrutar, tal vez más consistente en la distancias largas pero sin ese punto de vehemencia, de demencia transitoria, que convertían a sus anteriores trabajos en alocadas e imprevisibles montañas rusas, trascendiendo con ello una imagen de locura perfectamente estudiada. O cuando el cineasta respeta más su figura que su arte. Más correcto, con menos nervio. Pero igual de irregular (y agridulce).
Entre alguna que otra comilla Jeunet sacrifica una pequeña parte de sí mismo para, sin dejar de ser él mismo, intentar ofrecer un filme cuyo espectro alcance y pueda sobrevivir más allá "del director de Amelie". Y lo consigue, mayormente, aún a pesar de que tanto auto-control, especialmente a nivel emocional, reducen a este T.S. Spivet a uno de esos agradables paseos en tren que se perderán por el horizonte con no más que una sonrisa... salvo si se ven en 3D, claro está. Porque por lo demás a este filme le falta ese algo del que culparíamos a los Weinstein en caso de haber tenido algo que ver con ella, el que suele brillar por su ausencia cuando uno cede demasiada responsabilidad a la condescendencia del espectador.
Nota: 6,5/7,0
Por Juan Pairet Iglesias
No es una excusa, simplemente que al trabajar con 3D cambia la forma de proceder. Ese es precisamente el fallo de muchos, que ruedan igual sea en 2D ó 3D. Jeunet lo comentaba como particularidad, para explicar el por qué era el filme visualmente más contenido de los que había hecho, no para justificar que fuera peor o mejor. Y ya digo que en ese sentido se nota que le dio mucha importancia ofreciendo un 3D que realmente funciona como 3D.
¿El mejor 3D del año? Genial, una pena habérmelo perdido, ojalá todos lo usaran igual de bien si como dices fue así. Pero no que el 3D limite ni marque lo demás, que lo complemente y lo eleve, sino es contraproducente.
A mi esta película me pasa como muchas de Wes Anderson (director con el que veo que algunos lo comparan y hay debate de que si uno copió al otro), que lo visual bien, pero el resto vacío. Con Wes Anderson me ha pasado con unas cuantas de sus aclamadas (otras me han encantado) y con este al revés, aunque tendría que ver la filmografía entera de ambos para hacer una comparativa real.