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'El coro' - Las notas adecuadas

Vía El Séptimo Arte por 06 de octubre de 2015

El coro

Es fácil… o más bien, es difícil que la mayoría no pensemos, tan sólo con ver el título y saber la trama gira en torno a unos chicos en un coro, precisamente, no pensemos en ese otro título que no hace falta mencionar. Así de predecibles somos. Y así de errados podemos llegar a estar. Porque aunque en ese primer vistazo puedan parecer similares, nada tienen que ver una con la otra. ¿O tal vez sí?

La verdad, y finiquitando un tema que de la referencia que tenía pensado evitar pero que al final me he visto casi obligado a mencionar –Antes de verla esa referencia me rondaba la cabeza por más que intentara no hacerlo- lo único que si podríamos poner en comparativa, es, cómo mucho, que El coro forma parte de ése mismo tipo de película, unos de esos dramas amables, aderezados con simpatía y algunas notas de buen humor, aunque puede que no sea tan 'Feel Good movie' cómo uno pueda llegar a pensar en primera instancia, ya que aquí, lo que más pesa en la historia es el valor dramático u emotivo, aunque siempre con el suficiente tacto y elegancia cómo para que hasta el momento más triste no amargue al espectador.

Dejemos a un lado la relativamente innecesaria comparativa que yo mismo he propuesto y centrémonos sólo en la obra que ahora toca. La historia de El coro, sin entrar en mucho detalle, gira en torno a Stet (Garrett Wareing), un niño de 11 años al que la vida no se lo ha puesto fácil, verá cómo se le presenta lo que puede ser una gran oportunidad en el momento más amargo de su vida. Junto a él, nos embarcaremos en una historia de cambio, superación y sobretodo, aceptación. Puede que de primeras pueda sonar fácilmente a que de éste tipo de película ya hemos visto varias, y, si bien es cierto, el director de la cinta François Girard muy consciente de lo que tiene entre manos, demuestra su experiencia con habilidad y soltura, haciendo sonar las notas adecuadas, usando todo recurso y elemento disponible de la manera más funcional y directa que pueda ser, por menor que pueda ser, cómo personajes un tanto predefinidos -tanto entrañables cómo irritantes- que ayudará a centrarnos en lo que interesa sin perder tiempo en posibles irrelevantes o utilizar con elegancia las propias voces de los niños para añadir ternura a los momentos más emotivos, haciendo que todo fluya de maravilla y lleguemos a sentirla casi como si se tratase de una “primera vez”.

Aunque no sea el verdadero protagonista de la función, y, aunque como ya he mencionado, se opte –conscientemente- en general de personajes secundarios muy directos, Dustin Hoffman, bajo el rol el exigente profesor de música, es, con diferencia, el personaje más interesante y con más fuerza de toda la cinta, consigue en cada aparición y minuto en pantalla que éste constantemente aportando, sumando puntos a una producción que ya se basta consigo misma, pero que se eleva notablemente ante su presencia. Así, el conjunto acaba haciendo de El coro en una película que consigue fácilmente conectar y emocionar al espectador, una película tierna, agradable y un tanto emotiva, pero sobretodo, una película con buen corazón.

Por Alex Martín Fernández
@fenometrix


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Comentarios

  • Avatar de lourdes lulu lou
    lourdes lulu lou 13 de Octubre de 2015, 01:32:24 PM
    Un hijo secreto, que por la conveniencia de seguir siéndolo, tiene la oportunidad de vivir una experiencia única.
    Y al final de la misma, sólo falta que diga "basada en hechos reales", para que el cuento sea ¡perfecto!
    Porque no deja de ser una fábula cálida y preciosa de lo que ya conocemos, suavidad y dulzura para esa hazaña heróica de quien supera los baches, desgracias y vicisitudes de la vida en favor de la enseñanza, el progreso, el bienestar de la rectitud y la gratitud de no despreciar ni malgastar su talento.
    Porque, aunque no se sienta con devoción plena, con fanatismo estimulante, aquí el objeto de deseo es el don de la voz primeriza, el sonido celestial de quien todavía es mancebo puro de cuerdas vocales, ese breve periodo, de paso prestado, que te permite alcanzar agudeza suprema pero que, a la que te descuides, habrá mudado por el paso de etapa a nivel mayor, temporalidad que tiene la suficiente grandeza de oído y sonido para componer este modesto relato que no alcanza grandes cuotas y se mantiene como un miembro más del coro, sin destacar ni sobresalir de la media.
    Porque su nivel es estándar, menú corriente de conocida ruta, principio de rebeldía y amargura, domesticación de la fiera y los frutos a recoger por ser buen chico y seguir las notas; sólo que aquí, su tema principal, esa magnífica potencia de una soberbia dicción lírica, no levanta grandes pasiones ni excita en demasía, menos anima a unirse con fervor a la fiesta.
    Este mismo relato de común planteamiento ha sido plasmado en baile, fútbol, gimnasia, atletismo, patinaje..., y muchos otros sectores que seguro se me olvidan, pero justamente la delicadeza, espiritualidad y finura de los vocablos, con acompasada melodía que se une al canto, como que no te levanta de la butaca ni logra que muevas tus pies al son de su banda sonora, perdón, logra encadilar tu sentido auditivo o gesticular tus labios repitiendo la letra de lo cantado, ¡si es que puedes!
    Dustin Hoffman como padre adoptivo tempral, tutor a quien impresionar, de quien ganarse su respeto, mano férrea segura que sirve de guía, la Lidia de "Fama" pero sin bastón, sin tan alentador y emocionante sermón y con escasa fuerza y carácter en su personaje, más una encubierta joya, Garrett Wareing, cuyo rostro, incluso cuando va de malo ¡malote!, es más angelical que el mejor de los arcángeles, en una unión efectiva de cómoda visión que busca agradar con esa perspectiva dulzona, entrañable y tierna del cuento de cenicienta, de quien es recogido y rescatado de la mala fortuna, en versión nueva, tampoco tan original como se piensa.
    El chico del coro, traducido como "El coro", no vaya a ser que se confunda con "Los chicos del coro" y pensemos que François Girard ¡ha sacado su idea de allí!, buenachona, lineal, predecible y con mínimo temperamento; ¿lo bueno?, el susodicho actor estadounidense sigue vivo, laboralmente, y en caceptable forma conformen pasan los años -cosa nada sencilla en la meca de Hollywood- y no tienes que preocuparte en exceso por ir al baño y perderte algo, tu mente podrá rellenarlo fácilmente; ¿lo malo?, que no te importe distraerte y desviar tu atención y la vista, pues eres consciente de no extraviar ni echar en falta gran cosa.
    "Sabes cantar ¿no?", pues aprende esto de memoria..., "buscáis la fama, pero la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar, ¡con sudor!", ¡vamos!, ¡no tanto!, que son chavales y críos aún en edad temprana, ¡no se busca tanto ímpetu y euforia!, sólo moderación para narrar la parábola de ese jovenzuelo, marginal y desafortunado, que gracias a la ventura, bien aprovechada, de una mano amiga, firme y severa pero afectiva, logra encauzar su vida y crearse un destino provechoso, hacia delante, en la vida.
    ¡Qué bonito que los buenos deseos se cumplan!, ¡que los planes salgan bien! y que coman ¡perdicen para siempre!, en esa querida sintonía de familia feliz.
    Un aplauso y en pie; no da para lágrimas, pero si para ternura, velada grata y un abrazo.
  • Avatar de Beyond
    Beyond 20 de Noviembre de 2015, 01:54:19 AM
    Bastante entretenida, de esas películas de las que no esperas nada y que al final te dejan un buen sabor de boca. Es cierto que tiene varios altibajos importantes que le restan algún punto, pero en general es muy disfrutable. El reparto adulto (los profesores) están bastante bien, sobre todo un notable Dustin Hoffman que encarna al mejor personaje de la película. El reparto infantil... bueno, hace lo que puede, aunque en este caso su punto fuerte son las interpretaciones musicales más que las puramente actorales. Hay alguna escena bastante mal guionizada y dirigida (la del niño que se pone capucha para que no le reconozcan es mala con ganas), pero afortunadamente no es la tónica general de la película.

    Mi nota es un 7.

    Cita de: lourdes lulu lou en 13 de Octubre de 2015, 01:32:24 PMEl chico del coro, traducido como "El coro", no vaya a ser que se confunda con "Los chicos del coro" y pensemos que François Girard ¡ha sacado su idea de allí!

    Boychoir es "coro de niños", no "niño del coro".