'Cuerpo de élite' - A poder... ser
Podría decir que 'Cuerpo de élite' es una mierda, y no decir nada más. Me quedaría muy a gusto, de verdad, y tampoco pasaría nada... de nada. Al fin y al cabo de una película como 'Cuerpo de élite' poco menos que se espera que sea eso, una mierda sin necesidad que nadie se ofenda.
Eso sí, una mierda con mucho orgullo y a poder ser divertida. A poder... ser.
'Cuerpo de élite' parece hecha por y para su tráiler, en una de esas comedias que viven de un concepto que empaquetado en dos minutos queda tan bien que hasta funciona. Pero a partir de ahí, con cada minuto adicional de lo que podríamos considerar su versión extendida (a editar sólo en DVD), ya no queda tan bien; de hecho en este caso al menos no queda nada, nada bien. En parte, por el mal que corrompe a buena parte de las comedias españolas recientes, su abuso indiscriminado del humor netamente televisivo; y en parte, por el mal que corrompe a buena parte de las producciones comerciales, su ceguera ante las posibilidades que ofrece el cine como algo más que una herramienta para el humor.
No es ninguna sorpresa que 'Cuerpo de élite' tenga más bien poco de película, una expectativa que sin embargo no evita que las producciones de su calaña sean una completa decepción tan a menudo. Todo está en la gracia, que la mierda con buen humor sabe a carne de primera, ya sea el envoltorio de marca conocida o de marca blanca. La misma gracia capaz de lo divino y el perdón misericordioso de la que carece esta dicho sea a las claras tontería, en un modélico ejemplo de las diferencias existentes entre lo que supone alargar una broma o desarrollar un chiste. Y lo que se dice desarrollar, 'Cuerpo de élite' desarrolla más bien poco. Y quién dice poco, a la hora de la verdad, dice poco menos que casi nada.
Porque más allá de su tráiler poca vida, en un evidente intento por aprovechar la estela de ese incomprensible éxito que fue 'Ocho apellidos vascos', la cual sea dicho de paso a un servidor no es que le parezca mucho mejor... pero que al menos tenía esa pizca de frescura y humildad que en 'Cuerpo de élite' se convierten en una premeditación alevosa e hiriente. Demasiado chiste fácil de aires televisivos, poco inspirado y que no pasa del cliché reincidente hasta el agotamiento para una película torpe, rematadamente frágil y filmada con tan poca elegancia como un spot de detergente, en una producción claramente comercial que languidece allí en dónde sólo hay un punto de salida, nunca de llegada.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex