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'Cuando te encuentre': Oooooooooooooooooooooooooooooh!

Vía El Séptimo Arte por 24 de mayo de 2012

Cuando en el año 2003 Dan Brown pegó el pelotazo con 'El código Da Vinci' se ganó muchos detractores que alegaban de forma despectiva que su novela venía a ser, para entendernos y sin darle muchos rodeos, literatura basura, comentarios que de igual forma y de parte de otros tantos podemos ver reflejados en otros fenómenos literarios como el de 'Crepúsculo'. Desconozco la calidad de la prosa de Brown o de Meyer, la verdad, pues no tengo el gusto ni creo que un lector de mi clase, de esos que afirman que les gusta leer pero que casi nunca lo hacen, vaya a tener nunca el gusto. De la misma manera desconozco -y seguiré desconociendo supongo que también de por vida- si la calidad de la obra de Nicholas Sparks es pareja a la de sus traslaciones a la gran pantalla, en su mayoría arquetípicas historias fundamentadas en miraditas a poder ser desde la ventana, filmadas con una aviesa e ingenua falta de gracia y tan sutiles como pintar con spray una figurita de Warhammer, capaces como pocas de hacer revolotear todo tipo de retortijones en nuestras entrañas. Lo sé, la prepotencia del (pobre) crítico ante el (rico) novelista...Hay quien piensa que asistir a un pase de prensa es un privilegio... ni si ni no, como todo en esta vida la verdad es variable y nunca absoluta. A veces sí y a veces no, depende, ese depende que algunos de mis compañeros del trabajo que realmente me paga las facturas adoran tanto. Pero al igual que en un matrimonio se supone que hay que intentar estar en lo bueno como en lo malo, después de asistir al pase de cierta tercera entrega que se suponía "era lo bueno" (y que al final no era tan bueno) tocaba asistir al pase de lo que se suponía "era lo malo" (y que al final no era tan malo... entre comillas, de esas que a pocas películas le gustan). Y si cuenta la intención un servidor siempre intenta ser receptivo, comprensivo y "güeno" con lo que sea que se tiene delante hasta, incluso, hacer el sacrificio de soltar alguna gota de sudor para tratar de llegar a la hora. Lo intenta, más no siempre se puede... o no siempre es fácil cuando son los pases los que le eligen a uno, y no al revés.

Y durante los primeros minutos que tuve la oportunidad de ver -que la puntualidad es otra de esas cosas que se intentan más no siempre se alcanzan...- de la que si la Wikipedia no me falla es la octava adaptación de un Nicholas Sparks, Dios sabe que en mis pensamientos pretendía ser receptivo, comprensivo y "güeno" con ella, dejarme llevar por esa cálida fotografía capaz de hacernos creer que hasta sacarse un moco puede ser un momento mágico y hacer la vista gorda para con todo lo demás. Al fin y al cabo si uno lee el nombre de Nicholas Sparks en el cartel de una película ya sabe más o menos lo que cabe esperar, por lo que quejarnos de ello bien puede ser entendido como una afrenta similar al que entra a ver una de Michael Bay y se queja de que cada cinco minutos algo estalle por los aires. Como en otros tantos géneros hay una serie de directrices que hay que respetar para precisamente poder ejercer como una nueva muestra de dicho género, ningún problema con ello más bien lo contrario, y no cabe duda de que 'Cuando te encuentre' es una película que pertenece al subgénero apadrinado por Nicholas Sparks. Y a mucha honra, demasiada.

Precisamente ese orgullo por ser "una de Sparks" sin mayor aspiración que ser "una de Sparks" podemos entenderlo tanto como la mayor virtud como su mayor defecto, no tanto por lo fácil que resultaría resumirlo en la simpleza del "al que le guste..." como porque dentro de esta expectativa tan modesta el filme se vea limitado, o más bien capado, a ser una producción que no aporta más que el oficio de un Scott Hicks que cuando filmó 'Shine' en 1996 prometía mucho más que cumplir como realizador-trámite. Y es que 'Cuando te encuentre' está desarrollada y elaborada como un mero trámite impersonal y funcional, como algo muy cercano al rancio telefilme de sobremesa donde la falta de entusiasmo por lo que cuenta o por cómo lo cuenta rebaja su obligada predecibilidad a límites irritantes, y que se vale de la siempre buena predisposición de los fans como principal (¿y único?) argumento para ofrecer a estos la más básica de las ofrendas, una adaptación que se complica lo mínimo imprescindible para vivir de las rentas pasadas de su autor como si sólo el nombre de este fuera suficiente para salir de la sala dando palmas con las orejas.

Sí, una de acción suele terminar con un enfrentamiento entre el bueno y el malo de la misma manera que una de Sparks suele terminar con un beso... pero entre medias hay que dotar al conjunto de algo de nervio para que un final tan predecible tengo algo de emoción, algo de lo que carece este relato totalmente desaborío de trazo grueso tan evidente que para todo aquel que no sea un devoto irredento puede convertirse, con buen humor, en una de esas involuntarias comedias donde la gracia se le añade fuera de plano. Y cierto es que me llegué a reír más con esta que durante la proyección de la que la precedía, si bien no era esa su intención. ¿Salva a esto de la quema a 'Cuando te encuentre'? Para nada, el problema es que aun siendo alguien afín a la materia resulta complicado salvar de la quema una producción tan hueca, fácil, chabacana y simple como esta en cuyos protagonistas siquiera hayamos esas ganas de vivir que si proporciona, no sé, ¿Will Smith?. Y si 'El diario de Noah' era una buena película está también lo podría haber sido por mucho que Nicholas Sparks sea su creador... al fin y al cabo vive, y muy bien, de escribir, algo que por cierto yo no hago. Algún mérito habrá que concederlo, digo yo...

Nota: 3.5

Por Juan Pairet Iglesias

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Comentarios

  • Avatar de jescri
    jescri 16 de Septiembre de 2012, 10:04:37 PM
    Demasiado obvia, sí. Está claro que estamos ante una película con unos giros argumentales de lo más simples pero con la que uno se siente confortable.

    Por lo demás, un "héroe" y un "villano" muy definidos y un Zac Efron que cumple, aunque no le auguro una larga carrera.

    Nota: 5.