Al igual que mi compañero Angel con su crítica de Crepúsculo, yo tampoco he leído la novela homónima en la que se basa la película. Desconozco si es fiel a la novela o no, pero presumo que como suele ocurrir la gran mayoría de las veces, lo escrito gana a lo filmado y tengo razones para pensarlo. Cuando tras el éxito cosechado por la trilogía de El Señor de los Anillos, los creativos de Walt Disney intentaron arrimar el ascua a su sardina con Las Crónicas de Narnia, se abrió un nuevo campo de posibilidades. Habían pensado una película de temática “fantástica-aventuras” dirigida a un público más bien infantil (no más de 14 años) pero resultó acogida con gusto por un sector mucho más amplio de espectadores.

A partir de entonces, empezaron a proliferar como hongos las películas, similares a esta pudiendo nombrar así a bote pronto Un Puente Hacia Terabithia y Las Crónicas de Spiderwick (hay más pero no es momento para nombrarlas a todas), incluso La Brújula Dorada intentó ir un paso más allá y atraer a más adultos con el reclamo de actores de renombre, pero como todo en esta vida, lo poco agrada y lo mucho cansa y el cine no hace excepciones de ningún tipo (bueno, con las “loquesea-movie” parece que sí) Bien, pues con la película que nos ocupa tengo la impresión de que los creadores estaban en la disyuntiva de si intentar una película para un público infantil y preadolescente o si intentar abarcar más trozo de público. Y de tanto intentar, se quedaron en eso, en el intento y a medio camino de ninguno de los dos. De ahí que piense que el libro seguramente sea mejor que su adaptación a la pantalla.

Básicamente, la historia es buena y cumple el requisito de este tipo de cine, un par de chavales con mucha curiosidad, y un misterio importante que descubrir. Pero en esta, todo eso debería ir más allá, porque el misterio concierne a una ciudad entera y parece que nadie se da cuenta de eso, es decir, en la única ciudad que se conoce nadie se pregunta que puede haber más allá excepto un par de chavales que casualmente encuentran una caja misteriosa, no me lo creo. Vale que es una película fantástica, de aventuras, en las que los protagonistas con los chicos, pero es que por desgracia, los adultos que aparecen están muy poco aprovechados. Tenemos a Tim Robbins, Bill Murray y Martin Landau, y lo único para lo que son utilizados, es para darles la réplica a los protagonistas, una lástima claro, el papel de los 3 da para mucho más pero la sensación de que les iban a quitar protagonismo debió de pesar tanto que les dejaron hacer bien poco. Aun así, cada uno de ellos tiene las suficientes tablas como para saber demostrar lo que valen con lo que les dieron, regalándonos buenos momentos tanto Robbins como Landau, no así tanto Murray que siendo el que más papel tiene de todos por ser el alcalde de la ciudad es el que peor parado sale primero con la barriga postiza que lleva (canta más que los 3 tenores) y después con el poco jugo que le saca al personaje (quiero pensar que atado en corto por el director), siendo este el tercero más importante de toda la película.

Aun así, no hay mal que por bien no venga y eso hace recaer todo el peso de la película sobre la pareja de actores y permite el lucimiento (moderado, aun está creciendo) de una de las actrices con mayor futuro que yo veo en esto del cine, Saoirse Ronan. Esta chiquilla encandila al más pintado y transmite unas ganas y un saber hacer que da gusto verla en pantalla. Aquí interpreta a la perfección los momentos de ilusión, como los de tristeza y ayuda al más novatillo Harry Treadaway a crear una química entre los personajes que empatiza perfectamente con el público. Hay que decir, que la película no hubiese sido la misma sin ellos, salvan lo que podía haber sido un estrepitoso fracaso y lo convierten en una entretenida película de aventuras para un público tirando a preadolescente, a los de más allá de los 16 les parecerá una tontería y para los adultos, nos deja la impresión de que pudo ser mejor pero la taquilla impone y a veces estropea.

por bombardero

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