Frank Miller hace su debut en los largometrajes después de su amplia carrera como novelista gráfico (en Sin City ya había tenido la oportunidad de probar lo que era la dirección compartiendo créditos con Robert Rodríguez.); y a pesar de ser su primera incursión lo hace sin miedo y con grandes pretensiones, que por la misma razón de su poca experiencia, no terminan del todo bien. Miller tiene esta vez la oportunidad de utilizar la cámara a su antojo y darle ese toque que lo ha hecho famoso en películas como 300 o Sin City y el resultado es maravilloso desde un punto de vista visual.

La cinta de verdad nos involucra de una manera rápida y eficiente dentro de un cómic, pero no cualquier historieta, sino una llena de clarososcuros, blancos brillosos, rojos contrastantes y múltiples escenas dignas de la mejor novela gráfica escrita hasta el momento. Sólo quién no haya leído un cómic no podrá ver el asombroso parecido o la narrativa respetada como una transcripción íntegra de la obra escrita. Pero sobre todo es admirable como los personajes parecen no enterarse que se encuentran fuera del cómic y dentro de un largometraje. Es una pena que esto es todo lo que la cinta tiene que ofrecer.

La historia es por demás pretenciosa. En esta ocasión Miller no respeta a la audiencia que no ha seguido su trabajo ni es amante de las historietas. Toma por sentado que el espectador maneja de sobremanera los tiempos, narrativa y vacíos en la trama en beneficio de la experiencia gráfica. Pero esto no es todo, la historia es por demás inverosímil y los personajes realizan acciones que no son justificados y no son necesarias para el desarrollo de la historia. Basta con decir que la gran cantidad de "femme fatales" y las insistentes tomas hacia sus atractivos físicos, suplantan su debida exploración para comprenderlas más y compaginarnos con su importancia dentro de la historia (parece que es un requisito leer el cómic para poder entenderla).

El elenco es poco menos que multiestelar, con Eva Mendes (Hitch), Scarlett Johansson (Match Point) y Samuel L. Jackson (Jackie Brown) como punta de lanza, todos ellos acompañados por varios actores de la pantalla chica que buscan su incursión dentro de los largometrajes. Es una pena que la participación de todos estos actores sea desperdiciada, para darle una importancia sin precedentes a la fotografía, y que el dueto formado por Johansson y Jackson no tenga más minutos, pues sin lugar a dudas cuando comparten la pantalla, si bien la historia sigue sin tener sentido, es un deleite verlos divertirse y explotar sus personajes.

'The Spirit' es una película que resultará un deleite para aquellos amantes de las cómics, pero que tiene poco que ofrecer para el resto del público.

por Jalex

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