Las óperas primas no son fáciles. Son muy personales y, la mayoría, para un grupo reducido de público. “Blog”, de la jovencísima Elena Trapé, no es una excepción, pero es un gran alivio encontrar una película que muestre tan bien las inseguridades y miedos que se sufren en la adolescencia.
Un grupo de chicas de 15 años forman un plan secreto para vivir emociones que las hagan más libres y distintas de las demás. Todo está planeado para que, durante el viaje de fin de curso, pierdan la virginidad y se queden embarazadas. Para llevarlo a cabo, se documentan y graban sus experiencias, miedos, alegrías y tristezas típicas de los quince años a través de una cámara.
No es fácil representar los sentimientos de una chica que pasa por la pubertad y no caer en lo inverosímil y lo cutre. Elena Trapé, una joven directora, apuesta por métodos modernos para conseguir crear un ambiente adecuado para entender las dificultades por las que pasan estas siete chicas protagonistas. Durante seis meses tuvieron en su casa una web cam en la que grababan qué chicos les gustaban, cómo llevaban los exámenes, que series veían y todo aquello más personal. Literalmente, Elena entró en la casa de estas jóvenes y las grabó tal y como eran y ese es el mayor acierto de esta película.
Pero todo lo demás son fallos que, aunque sean típicos de las óperas primas, son difíciles de pasar. Empezando por el final, que se resuelve rápido, sin los gestos necesarios para entender la historia (y sobre todo el final) y que deja demasiado frío. Un tema que se ha estirado, estirado, hasta que no ha dado más de sí, porque tampoco tiene lógica. Aunque, a esa edad, pocas cosas la tienen.
Las seis niñas, todas al mismo nivel aunque siempre hay alguna que destaca, se representan tal y como son, sin tapujos. De hecho, como la propia directora ha comentado, no había un guión previo, si no una escaleta cada día. Por lo tanto, la improvisación ha estado muy presente. Las reuniones de amigas para ver una película, para charlar o sus inquietudes más íntimas ante la cámara, son la mejor baza de esta película. Pero, perdonad que insista, no es para nada un producto documental, sino una película que muestra el cambio que nosotros mismos sufrimos en la adolescencia, bastante bien representado.
La idea surgió de una noticia que ocurrió hace un par de años, de la que luego se han hecho alguna tv movie. En este caso, la directora no ha querido contar una historia triste, sino que le ha dado la vuelta mostrando el lado positivo (si lo puedo tener) a base de mostrar algunas pequeñas notas de humor, conseguidas, una vez más, por las chicas protagonistas. No es un documental, ni pretende mostrar una realidad. Es una primera película muy personal, que utiliza las nuevas tecnologías para ser contada y que no aspira a nada más que lo que consigue: entretener al público, al menos, un rato.
Nota:
6.0
por Rocío Campos