'BLOG', LA ADOLESCENCIA EN ESTADO PURO

Elena Trapé es una joven y novel directora de cine que a sus 34 años ha decido explorar el inquietante mundo de la adolescencia. A través de siete jóvenes recorre miedos, inquietudes, alegrías, tristezas y diversos problemas típicos de la edad sin caer en el absurdo, y sale airosa de un muy prometedor comienzo cinematográfico. Tiene numerosos cortometrajes a su espalda, es profesora de la Escuela de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESAC) y admite que el cine es lo suyo desde muy pequeñita. 'El Séptimo Arte' ha tenido el placer de hablar con ella.

La película muestra la historia de siete adolescentes que deciden unirse para quedarse embarazadas a la vez. ¿Por qué esta historia para crear la película?
Leí la noticia hace tiempo y me llamó mucho la atención. De hecho, lo que más me intrigó es algo que dijo una protagonista, que lo hacía para tener a alguien que la quisiera siempre. Quisimos crear esta historia con este tema, pero sacando y mirándolo desde un punto de vista positivo.

¿Cuánto tiempo llevaba con el proyecto en la cabeza?
Dos años y medio.

¿Cómo fue el proceso de selección de las chicas?
Hicimos un casting durante cuatro meses por colegios y grupos de teatros. Elegimos a catorce y luego a las siete chicas protagonistas. Entre medias, les dimos una cámara a cinco chicas para que probaran delante de ella lo que podían hacer, y lo que vimos nos sorprendió. Buscábamos esa fiel representación de la realidad, y enseguida nos dimos cuenta de que todo iba a salir bien.

La película representa muy bien los sentimientos e inquietudes de una adolescente, ¿estaba escrito que tenían que hablar de esas cosas o no?
En realidad, queríamos llegar a ese punto. La intención era mostrar a cada una tal y como es.

¿Fue duro el rodaje y todo el proceso que rodea a la primera película?
La verdad es que no. Yo disfruté mucho y las chicas también. Ellas se llevaron durante seis meses la web cam a sus casas y grabaron todo lo que podían. Es verdad que había muchas cosas que se nos escapaban y que podían salir mal, pero al final todo salió bien.

Tengo entendido que la película no ha tenido un guión, sino que trabajaban con escaletas y unos pequeños apuntes…
Las escenas más controladas, las que tienen que ver con la trama, sí que tenían unos diálogos previos y una preparación. De hecho, siempre trabajábamos la puesta en escena con las chicas. Pero el trabajo con la web cam en casa, ha sido totalmente espontáneo. Eran cosas que ellas querían contar.

¿Cuándo decidió que quería dedicarse al cine?
Desde muy pequeña siempre he visto películas y lo he tenido muy claro.

¿Cómo se siente después de haber terminado su primera película y ver que sale adelante, que ya no es sólo un sueño?
Muy contenta. Desde que la estrenamos en el festival de San Sebastián estoy muy feliz. Y las chicas también. De hecho, ellas disfrutan mucho más que yo con las fotos y las entrevistas. A partir de aquí, alguna se está pensando dedicarse profesionalmente a esto.

¿Está pensando ya en otros proyectos?
Sí. Tengo ya en mente otra película coral, pero es una historia con gente de mi generación.

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Toda ópera prima es complicada, pero si sales medianamente victorioso todo lo demás puede salir bien, porque a esta joven cineasta no le faltan ganas para a seguir adelante con su sueño. Hacer una primera película es una experiencia que es muy difícil de olvidar, como la propia directora admite, pero tiene claro que lo suyo es dedicarse a contar historias.

por Rocío Campos (Krimhild)