'Antes de ti' - Expectativa Vs. Realidad
Hay dos formas de acercarse a 'Antes de ti' que se podrían resumir con la socorrida cita del "Ser o no ser" de William Shakespeare. O lo que podría ser una de esas "expectativa vs. realidad" que a un servidor siempre le remiten a una escena en particular de '(500) Días juntos'.
Ambas pueden ser algo tristes, cierto, si bien lo son y/o serían por motivos distintos y un grado de satisfacción en principio diametralmente opuesto. Pueden serlo, más no tienen por qué serlo (si no queremos que así lo sean).
'Antes de ti' es la adaptación de una novela de Jojo Moyes titulada 'Yo antes de ti' de claro talante romántico. Y supongo, en base a una película cuyo guión firma, que la escritora tampoco esconde nunca sus cartas sobre el papel. Esa sería la expectativa. Y como tal no se puede negar que con o sin el yo delante, sencillamente, funciona como el producto manso y amaestrado que no te desafía más que a ser lo que, en términos prácticos, teníamos la expectativa que fuera. Y es entonces cuando la expectativa, a grosso modo, se convierte en un reflejo tangible del original.
¿Cuál sería la realidad? La de ese mismo producto manso y amaestrado que, al no tener arrojo alguno por desafiarte como espectador, apenas si tiene argumentos con los que resguardar sus partes nobles ante la amenaza que supone la falta de una expectativa. Quién espera, encuentra; quién no espera, fácilmente se podrá perder... del mismo modo que aquel que no se moleste en informarse ni lo más mínimo, en la era del conocimiento de bolsillo, que tampoco se moleste en hacerse el sorprendido ni mucho menos el indignado. Porque no, con ese póster no cuela.
'Antes de ti' no engaña. Es un "paquete" envuelto con mucha profesionalidad que tiene muy claro a quién va dirigido: a aquellos que tienen "expectativas" ante ella. Siempre más cerca de John Green que de Nicholas Sparks -por suerte-, es una especie de versión un poquitito más madura de 'Bajo la misma estrella' que se deja ver gracias a la sonrisa infantil de Emilia Clarke, lo superficial de sus argumentos y el pragmatismo de su buenrollismo trágico. Todo ello en un punto en el que en realidad tampoco molesta. Salvo que nos molestemos en que sea algo que nos moleste.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 7.
Es muy cuqui. Y es una enorme tentación afirmar que su sonrisa es lo que levanta el filme.
La tenía guardada para día ñoño que estuviera abierto al azúcar y sin cogerme susceptible, aunque no peque yo mucho de ello pese a ir en silla de ruedas. Tenía mis reticencias con ella viendo el trailer dado que me pareció un cliché con ruedas, partiendo de lo inverosímil: esa utopía del discapacitado millonario que tiene toda silla que quiere, gadgets, confort y hasta avión privado; más la historia de la "buenorra" que se enamora de él etc. De hecho, es la típica película que la gente ve para sentirse bien consigo mismo y salen diciendo "claro, esque todos merecen y necesitan el amor". Estuve por ir en su estreno a la puerta de salida de los cines de mi pueblo a poner ojitos a ver si... . Lo hubiera petado seguro pero al final no me atreví.
Yendo a lo serio, a Emilia Clark le han hecho engordar unos kilitos para la película, la ponen al lado de esbeltas damas de piernas largas para hacerle parecer que "no es para tanto, no está tan buena como para que sea imposible que se enamore de él". También la dotan con una mezcla de sencillez, frescura y alegría quizá demasiado "flower power", pero bueno, conmigo ha funcionado y me he enamorado completamente de ella. Aunque sea obvio e intencionado su papel de la parte positiva frente a la negativa del protagonista en el Ying y el Yang, todo transcurre con más naturalidad de la esperada. Ellos dos y todo el film no escapa a los clichés en estos temas, pero no molestan, no ofenden y en general está bastante bien llevado. De hecho, pensaba que iba a ser poco más que el romance (más o menos inverosímil, allá cada uno) azucarado, y me sorprendió que se adentrara en un terrero más profundo, más complejo y que hay que atreverse a ello, aunque no deje de ser una producción comercial que va a lo que va y en entresijos más oscuros rasque sólo en la superficie.
En resumen, una grata sorpresa, que es algo mejor de lo que podría parecer, con momentos de sonrisas, otros de lágrimas y una adorabilísima Emilia Clark.
Nota: 6'2
Un 6,5.