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'The Program (El ídolo)' - ¿Y qué?

Vía El Séptimo Arte por 22 de junio de 2016

Buscando a Dory


Campeón. Héroe. Leyenda. Tramposo.


Si no me equivoco, fue el 13 de junio de 2012 cuando la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) acusó formalmente a Lance Armstrong de dopaje. Hace poco más de cuatro años de lo que sin duda fue un caso tan mediático como para que cualquiera, le gustase o no el ciclismo, se enterase más o menos de lo que había ocurrido. Tan conocido como para que entrar en más detalles, como aquel que dice, pueda ser un tanto absurdo. O al menos eso es lo que han debido pensar los responsables de 'The Program (El ídolo)', tirando apenas del nombre y el dicen por ahí para dar forma a otro inocuo e inocente biopic condenado de por vida a ocupar plaza en el pelotón.

El (pen)último trabajo de Stephen Frears es más o menos lo esperado: un recorrido superficial de un caso que necesita poca presentación. Algo así como la transliteración en imágenes de lo que pueda poner en la Wikipedia sobre la figura del ciclista norteamericano. A diferencia de lo que pudo hacer Aaron Sorkin con 'La red social' o 'Steve Jobs', por poner un ejemplo (como siempre oportunista), John Hodge no se complica más que lo justo a la hora de elaborar el equivalente a una etapa llana que transcurre de principio a fin sin grandes sobresaltos. No hay ingeniería, no hay geología; ni tan siquiera un rival con sentido en la piel de un muy desaprovechado Chris O'Dowd.

Muy, muy correcta. Y a la vez lo suficientemente funcional como para resultar entretenida a pesar de su falta de profundidad, perspicacia o valentía. De ese tipo de película tan competente como para ser, a la vez, tan igualmente discreta como para que no le importe gran cosa a nadie... salvo a Ben Foster, por supuesto, en su gran oportunidad por sobresalir en la piel de un personaje que se erige, en última estancia, como salvoconducto de la función. 'The Program (El ídolo)' acaba y uno se pregunta "¿Y qué?" sumido en la frialdad de a quién le han leído en voz alta un capítulo de una enciclopedia para todos los públicos. "¿Y qué?" o "¿Y a mí qué?", que para el caso nos quedamos igual.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex


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Comentarios

  • Avatar de Soprano
    Soprano 27 de Junio de 2016, 11:42:12 PM
    Muy de acuerdo con la crítica Wancho, es un retrato tan superficial que a uno le dan ganas de verse una vez mas la confesión televisiva de Armstrong en busca del impacto y emoción de la que carece la película, lo mejor sin duda Ben Foster al que se le ve convincente en el papel.
  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 28 de Junio de 2016, 12:18:06 AM
    A mí lo que me da rabia es que había material para haber hecho mucho más. Que se podía haber ignorado la realidad y llevar la historia a la ficción para explotar sus posibilidades. El potencial está, pero o no lo vieron o no lo quisieron ver.