'Annie': ¿Todos contentos?
Supongo que lo sabrán: Esta nueva versión de 'Annie' se concibió originalmente para el lucimiento de Willow Smith, hija de Will. Sin embargo la joven desechó participar en la cinta con una frase que, parafraseada por el propio Príncipe de Bel Air y en un momento en el que parece que la infancia se ve contaminada cada ve más pronto, debería de pasar a los anales no sólo del mundo del espectáculo: "Daddy, I have a better idea, how about I just be 12", que en la lengua de Cervantes quiere decir algo así como "Papá, tengo una idea mejor, ¿qué tal si me limito a tener sólo 12 años?". Recién salida de 'Bestias del sur salvaje', la nominada al Oscar Quvenzhané Wallis la sustituyó y... ¿todos contentos?
Tirando de oportunismo 'Annie' tiene lo que no tiene 'Into The Woods', que es básicamente alegría y viveza. Dos cualidades importantes, prácticamente fundamentales cuando se trata, como es el caso, de una producción familiar que busca con premeditación, alevosía y la cara al descubierto dejar al espectador con una sonrisa que pueda hablar en nombre de su estado de ánimo. Cosa que mayormente consigue, en un valor medible de la satisfacción que puede llegar a proporcionar una producción a la que, la verdad, terminan por beneficiar las malas perspectivas que se presuponían de inicio. Como con 'Karate Kid', y así todo sigue quedando en familia.
Porque con el de 'Annie' viene a suceder algo similar que con el remake de 'Karate Kid', también auspiciado por Papá Smith: Tanto era el miedo que la sorpresa fue proporcional al descubrir que, las cosas como son, no estaba nada mal. Es más, no sólo no estaba nada mal sino que, a pesar de algún que otro defectillo menor como una duración excesiva, resultaba extrañamente convincente y particularmente efectivo. Básicamente, repetimos, lo mismo que ocurre con esta 'Annie' construida en base a unas mismas directrices, y en donde su de nuevo sorprendente efectividad compensa algún que otro defectillo menor como, de nuevo, una duración que supera las -en estas ocasiones- siempre peligrosas dos horas.
Puede, tal vez, que si en aquella era debido a las peleas en esta lo sea a unas canciones que, como suele ocurrir a menudo con los musicales menos pulidos, no siempre encajan con la debida armonía ni están resueltos con la solvencia necesaria, transmitiendo con ello la incómoda sensación de ser "pegotes" llegado el caso, hasta prescindibles toda vez que su argumento carece por completo de alguna sorpresa. Y lo peor de 'Annie' es, precisamente, que funciona mejor cuando actúa como simpática comedia bienintencionada que cuando lo hace como musical, siendo que como tal y exceptuando la representación popera de sus cuatro melodías más reconocibles, ni destaca ni se hace notar o querer particularmente.
No obstante 'Annie' se reserva un arma que el dinero no siempre puede comprar, pero por el que si puede pagar, el carisma de un reparto encabezado por la achuchable Quvenzhané Wallis. No es a la hora de cantar, sino entre medias donde tanto Jamie, Rose & cía como el realizador Will Gluck encuentran la llave con la que abrir el corazón del espectador más bondadoso, ya sea en inglés o en su versión doblada a esa lengua de Cervantes que farfullamos todos los días: 'Annie' es un filme que visto con la misma humildad con la que se ha llevado a cabo alegra el día, por cuanto no aspira a nada que no esté a su alcance sin aventurarse en un bosque, el oportunismo otra vez, del que luego no sepa como salir.
It's the hard knock life...
Nota: 6,5
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Porque el cine es muchas cosas, y entre todas esas cosas también es simpatía, corazón, felicidad... También es 'Annie'. Es cierto que tal vez sea más una película para niños y que en ocasiones puede pecar de ser demasiado materialista, pero también es audaz en su planteamiento y está repleta de energía. Y por encima de todo: es entretenida.
Happy movie. Nota: 7.
Mi nota es 6/10.
Annie es pelirroja como Popeye es tuerto y fuma pipa.
Pero bueno, aceptemos que se adapte todo para los amos del hip hop. Y ahí empiezan los problemas. La música original es arruinada completamente por ese ritmo tan molesto y del concepto original no queda nada. Porque mezclar la política menor en una historia creada para hablar de política mayor (Warbucks era amigo de Roosevelt y Annie colaboraba activamente con el gobierno) Acá es rebajada a un trepador simplón que intenta ser alcalde.
La niña que hace de Annie está lejos del personaje original, que era pícara, beligerante, rebelde. Esta es la corrección política caminando. Ni siquiera quiere que le digan huérfana!
La dirección clipera más para su presentación en MTV que en un cine acaba por arruinar todo.
Que haya quienes la disfruten no lo dudo. En la esquina de mi casa hay un sujeto que se pasa el día jugando con su baba mientras toma el sol y se lo pasa de lo más bien. Así que...