Muere Nora Ephron, directora de 'Algo para recordar'
Vía Efe
por elseptimoarte 27 de junio de 2012
Nora Ephron, la directora que se especializó en comedias románticas como 'Algo para recordar' (1993), 'Michael' (1996) y 'Tienes un e-mail' (1998), ha fallecido en un hospital de Nueva York a los 71 años. El agente de Ephron confirmó que la realizadora neoyorquina padecía leucemia.
Ephron fue tres veces candidata al Óscar por los guiones originales de 'Silkwood' (1983), 'Cuando Harry encontró a Sally' (1989) y 'Algo para recordar' (1993). Además, recibió una nominación a los Globos de Oro (por el guión de 'Cuando Harry encontró a Sally') y el premio honorífico del Sindicato de Directores de EE.UU. en 2003.
La realizadora estaba casada con el escritor Nicholas Pillegi, de 79 años, y era madre de dos hijos, fruto de un matrimonio anterior con Carl Bernstein, uno de los periodistas que destaparon la trama del escándalo Watergate. Precisamente una infidelidad de Bernstein en su matrimonio inspiró la novela Heartburn (Se acabó el pastel) (1986), que posteriormente se adaptó al cine para la película homónima que dirigió Mike Nichols y que fue protagonizada por Jack Nicholson y Meryl Streep.Entre sus títulos más conocidos se cuentan también 'Embrujada' (2005), con Nicole Kidman y Will Ferrell, y 'Tienes un e-mail' (1998), donde Tom Hanks y Meg Ryan repitieron como pareja protagonista tras el éxito de Algo para recordar.
Los rumores en torno a la muerte de Ephron comenzaron en la tarde de ayer después de que algunas publicaciones se hicieran eco de una carta de despedida escrita por Liz Smith, íntima amiga de la directora, en la que hablaba de ella en tiempo pasado. Los publicistas de Ephron salieron al paso de estas informaciones y negaron su muerte, aunque reconocieron que su situación era crítica.
La última cinta que dirigió fue 'Julie y Julia' (2009), que le deparó una candidatura al Óscar a Meryl Streep como mejor actriz, al igual que ya ocurriera con 'Silkwood'. Entre sus proyectos futuros figuraban una película biográfica sobre la cantante Peggy Lee y otra cinta llamada 'Lost in Austen'. En los últimos años consiguió un gran éxito con su novela sobre la vejez 'I Feel Bad About My Neck' (2006).
Lo que me gustaría haber sabido, por Nora Ephron:
La gente sólo es de una manera.
Compra, no alquiles.
Nunca te cases con un hombre del que no estés dispuesta a divorciarte.
Nunca cubras un sofá con nada que no sea más o menos beige.
No compres nada que sea cien por cien de lana aunque parezca muy suave y no pique nada al probarlo en la tienda.
El cuello no engaña
No se puede ser amigo de gente que llama por teléfono después de las once de la noche.
Bloquea a todo el mundo en la bandeja de entrada de tu correo.
La mejor niñera del mundo se quema al cabo de dos años y medio.
Nunca se sabe.
Los últimos cuatro años de psicoanálisis son un desperdicio de dinero.
El avión no se va a caer.
Todo lo que a los treinta y cinco años te parecía mal de tu cuerpo lo echarás de menos con nostalgia a los cuarenta y cinco.
A los cincuenta y cinco tendrás un michelín flácido alrededor de la cintura aunque te mates por estar delgada.
Este michelín flácido de la cintura será especialmente visible por la espalda y te verás obligada a replantearte la mitad de la ropa que tienes en el armario, sobre todo las camisas blancas.
Anótalo todo.
Lleva un diario.
Haz más fotos.
El nido vacío está infravalorado.
Puedes pedir más de un postre.
Nunca se tienen demasiados jerséis negros de cuello alto.
Si el zapato te aprieta en la zapatería, te apretará siempre.
Cuando tus hijos son adolescentes es importante tener perro, así alguien de casa se alegrará de verte.
El cuello no engaña
Haz copias de seguridad de los archivos.
Hazle una póliza de seguro a todo.
Cuando alguien pronuncia las palabras: «Nuestra amistad es más importante que esto», ten cuidado, porque casi nunca es cierto.
No tiene sentido hacer la pasta quebrada una misma.
La razón por la que te despiertas en medio de la noche es la segunda copa de vino.
En el mismo momento en que decidas divorciarte, ve a ver a un abogado y rellena los papeles.
Da propinas desmesuradas. No dejes que lo sepan nunca.
Si sólo una tercera parte de tu ropa es un error, vas ganando el juego.
Si unos amigos te piden que te ocupes de su hijo en caso de que mueran en un accidente de avión, puedes decir que no.
No existen los secretos.