Calabacín es un nombre extraño para un niño de 9 años, aunque su historia es sorprendentemente universal. Tras la repentina muerte de su madre, Calabacín se hace amigo de un simpático policía, Raymond, que lo acompaña a su nuevo hogar de acogida con otros huérfanos de su edad. Calabacín lucha al principio por adaptarse a un ambiente hostil, pero con la ayuda de Raymond y de sus nuevos amigos, aprenderá a amar y a confiar en los demás.

Este es el argumento de 'La vida de Calabacín', adorable cinta de animación ante la que resulta casi imposible no rendirse que pudimos ver en el Festival de San Sebastián, y que más recientemente ha sido nominada al Óscar a la mejor película de animación, entre otras menciones.

El enternecedor espíritu de la Mary del 'Mary and Max' de Adam Elliot se encuentra en esta cinta de Claude Barras. A pesar de su sencillez, y a pesar de una exigua duración de apenas 60 minutos que saben a muy poco, se trata de una obra honesta y franca que sabe conjugar la ingenuidad de un protagonista de nueve años con el encanto de la animación stop motion sin perder por ello un ápice de ternura ni hondura dramática.

Su estreno en España, cortesía de Vercine & La Aventura Audiovisual, el próximo 24 de febrero.