'Suspiria: El maligno' - Danza macabra
Empezaré diciendo que la 'Suspiria' de Dario Argento no me apasiona. Le reconozco su mérito y su trascendencia e influencia en otras películas y, directamente, autores. Me gusta, disfruto viéndola, tiene escenas que me encantan y el trabajo en lo audiovisual es de referencia, pero no es mi referente dentro del género fantástico y mucho menos dentro del cine, hablando de forma más general. También me veo en la necesidad de comentar que el primer tráiler de la cinta que nos ocupa no logró aumentar mi interés en ella, al igual que las críticas que estaba recibiendo. Estos tres elementos hicieron que me sentase en mi butaca del Auditori Meliá Sitges dispuesto a ser sorprendido, con una expectación neutra ante lo que iba a presenciar.
De hecho, estaba más entusiasmado por ver a Tilda Swinton recoger el premio honorífico en la gala de inauguración del Festival de Sitges que por la propia película, y había muchas otras dentro de la programación que me interesaban más. La experiencia fue inolvidable y ver a la gran Tilda Swinton y escuchar sus palabras de agradecimiento resultó emocionante. Bueno, y después tocaba dar paso a la proyección. Y la película empezó. Y yo me quedé totalmente absorto de la realidad durante 180 minutos.
La 'Suspiria' de Luca Guadagnino ha venido para romper moldes. Para revolucionar el panorama cinematográfico actual. Si buscáis algunas opiniones sobre ella, veréis que ya se ha creado una legión de seguidores y otra de detractores del film. Normal, teniendo en cuenta que no es una película facilona. Entre 'Climax', 'Mandy' y esta, se podría decir que tenemos saturación de "madres" (en referencia al largometraje de Darren Aronofsky) este año. Experiencias más que películas, totalmente conscientes de que enamorarán al espectador al mismo ritmo que generarán odio por parte de otros. No estoy hablando de que lo haya conseguido o no, pues la importancia y relevancia de una obra solo la puede definir el paso del tiempo. Pero lo que es indudable, es que no va a pasar desapercibida. No es tan extraña en cuanto a estructura y narrativa como las películas anteriormente mencionadas, pero tampoco es algo rutinario.
"Seis actos y un epílogo" es la frase que da comienzo a la película, y no engaña. Olvidaos de la palabra remake, ya que esto no tiene nada que ver con ese término. O, mejor dicho, es de las pocas películas que le da un uso adecuado a este término. Una reimaginación completa del título más representativo del giallo, que recuerda en ocasiones a la película en la que se basa, pero que en ningún momento recuerda a Argento o al estilo que tenía aquella. Una experiencia totalmente nueva que no busca jugar con los colores como aquella tanto como juguetear con el body horror o la psicología de los personajes. Es uno de los remakes más satisfactorios que han podido ver mis ojos y de los pocos que han conseguido que lo valore por encima de la obra original.
Guadagnino plasma muy bien en pantalla lo que es la danza (o lo que un servidor entiende como tal). Sensibilidad y sufrimiento. Luca es capaz de hacernos cambiar de parecer en la misma escena. Pasaremos de sentir y ver la delicadeza y elegancia de Dakota Johnson improvisando mientras baila, a sufrir en nuestras propias carnes la tensión que provoca estar con la mirada de tus futuros profesores clavada y ver cómo va en aumento la intensidad de la danza llegando a niveles muy estresantes. Esto, es algo vital para el éxito de la propuesta, ya que la mayoría de las personas que vean la película no tendrán ningún interés por el mundo de la danza, ni antes ni después de verla. Pero consigue que, durante la misma, nos metamos de lleno en esa sala de ensayo y vivamos hasta el extremo lo que sucede allí dentro. Algo que ya han hecho otras anteriormente pero no de una forma tan especial. Es especial tanto cuando entra en juego la magia y le da ese componente fantástico como cuando logra rascar grandes escenas de momentos de danza pura y dura con unas coreografías espectaculares, pero siempre con mucha intriga y desconcierto.
Un suspense para el que es vital la cuidada atmósfera, que es sucia, macabra e impactante. No vais a ver los colores tan llamativos que siempre han representado a Meliá Sitges, vais a ver algo que encaja más con la época en la que está ambientada. Colores mucho más apagados y fotografía algo sucia. Es fantástica, y la elección de Thom Yorke para la banda sonora no podía ser mejor. Su voz le da un tono que camina entre lo emotivo y lo depresivo, y engrandece cada una de las escenas en las que aparece. Los temas instrumentales también son culpables de que estremezcamos en la butaca más de una vez. El trabajo de maquillaje y vestuario destaca por encima de otros y sería muy injusto si no se lleva alguna nominación en alguna gala de premios. Especial atención a los vestidos de cuerdas rojas y el maquillaje usado en esa escena.
El reparto es sorprendentemente bueno. En realidad, si tenemos en cuenta que Tilda Swinton tiene un total de tres papeles, estamos hablando de un reparto realmente pequeño. Tilda Swinton está fascinante en cada una de sus facetas incluso cuando la trama no acompaña. El papel de Madame Blanc es el mejor, por sutil e interesante. De Jozef ya hablaremos más tarde y el último papel es breve pero genial. Tilda se come la pantalla cada vez que aparece y pasa con nota este tour de forcé interpretativo. La mayor sorpresa es que Dakota Johnson está a la altura. Si he de ser sincero, siempre vi a Dakota como una actriz sin carisma ni talento, pero en esta ocasión me ha cerrado la boca. Su actuación es portentosa, tan fría y distante como la ocasión lo merece, y siempre dejando lugar a la duda. La sensación de ser un recipiente para el espectador en este viaje siempre la acompaña y Dakota nos lleva de la mano de una forma fascinante, dándolo todo física y mentalmente. En cuanto al resto del reparto, todas están geniales, pero es mejor que lo descubráis vosotros mismos. Incluso puede que os llevéis alguna sorpresa relacionada con el clásico de Argento.
Como podéis ver, me ha gustado 'Suspiria'. Mucho. Es, para mí, una de las mejores películas de 2018. Pero es que podía haber sido mucho más de no ser por su innecesariamente larga duración. La película, en gran medida, es una reinterpretación del film original, pero con un añadido extra: una trama que mezcla drama bélico e investigación. El protagonista de esta rama del guion es el doctor Jozef, interpretado por Tilda Swinton. Y a pesar de que ella lo da todo y nada se le puede achacar, toda esta historia es un lastre. No es horrible, pero se hace pesada e intrascendente, pudiendo no haber existido y la película haber seguido el mismo rumbo. Cuando la película va de la academia de baile y lo que pasa allí dentro, esta se hace grande y nos deja algunos de los mejores momentos cinematográficos de 2018 y, porque no decirlo, de la década (la escena que tiene lugar en la sala de los espejos es una absoluta pasada). Pero cada vez que saltamos a la trama de Jozef es un frenazo para el ritmo y parece sacado de otra película.
Me encanta cuando una cinta mezcla géneros, pero cuando es algo homogéneo y no forzado hasta la saciedad. No sé si para darle un personaje más a Swinton, para justificar la sobreexplicacion (a veces) de la historia o simplemente como excusa para finalizar con un mensaje feminista (el cual sea dicho me parece lo único destacable de toda esta subtrama), pero es un añadido forzado y una muestra de que Luca Guadagnino no se atreve a abrazar por completo el cine de género.
Pero que esto no os engañe. Lo repito: 'Suspiria' es una de las mejores películas de este año, incluso con sus peros. Como película de terror es fantástica, como remake es aún mejor y funciona muy bien como la bomba de relojería que es, explotando en un final difícil de olvidar. Tiene una de las mejores bandas sonoras del año, un reparto genial y una de las escenas más angustiosas que recuerde. Id al cine, y si lo hacéis, dejaros llevar. Dejad que madre cuide de vosotros.
Nota: 7,0
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
Comentarios