'¡Nop!' - Somos nuestro peor enemigo
Si "somos nuestro peor enemigo", entonces no hay duda de que el peor enemigo de Jordan Peele es el propio Jordan Peele. Así comenzaba mi crítica sobre 'Nosotros', y así comienza mi crítica de 'Nop', reafirmándome en aquella frase. El nuevo M. Night Shyamalan es al igual que el antiguo M. Night Shyamalan un cineasta que a menudo parece más interesado en hacerse notar que en hacer una buena película. En estar siempre por encima de la propia película. Que sea evidente que hay alguien detrás de la nube moviendo los hilos.
Si bien 'Déjame salir' no me pareció nada del otro mundo en su momento, veo ahora su relativa pero efectiva simpleza con cierto agrado en contraposición a 'Nosotros' y 'Nop', películas tan interesantes como a la vez soberanamente frustrantes. Peele se ha venido arriba, demasiado arriba. En ambas hay una buena película que Peele se empeña en boicotear en aras de la autoría: No dejes que una película pueda ser de los demás pudiendo ser tuya. Y no hay duda, 'Nop' parece ser el tipo de película que define como cineasta a Jordan Peele.
Que Jordan Peele quiere que le defina, al menos: Un tipo de cine que se satisface a sí mismo antes que al público. 'Nop' es una a menudo intrigante película que al igual que sucedía en 'Nosotros' cuenta con algunas imágenes recurrentes realmente poderosas y con marchamo a clásico instantáneo. Que Peele tiene talento no se duda, y la película de hecho se disfruta cuando se posiciona a rebufo de obras como 'Encuentros en la tercera fase'. En sus mejores momentos, tiene ese aura a cine inquieto que sobrevive a su tiempo.
Pero a Peele no le gusta ser ni práctico ni sencillo. No le gusta "desaparecer" detrás de la película, y en especial durante su tercer acto, al igual que ocurría con 'Nosotros', toma una serie de decisiones entre lo valiente y lo temerario que lastran un conjunto cuya obsesión por atravesar muros de ladrillo le sitúan al borde del ridículo. Como el jugador que quiere irse de todos y marcar a puerta vacía, tan sólo para demostrar que es un autor, y que su película es eso, tal cuál, suya y de nadie más. Aunque sea a costa o en contra de la propia película.
Está en su derecho porque lo es, es su película. Pero no hay que olvidar que según la teoría, las películas se hacen por y para los demás. Sin embargo Peele, al igual que Shyamalan, a menudo parece darle la espalda al espectador y en cuanto sospecha que la obra, su obra, se encamina hacia un terreno más cómodo decide dar un golpe sobre la mesa. Y es realmente frustrante, especialmente en 'Nop', una película que cuenta con muy buenos mimbres y que de hecho, mayormente, se disfruta. Como se disfruta de aquel jugador que se va de todos...
... y luego falla a puerta vacía. Así de frustrante.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
A principios de este año me adentré en el cine de Jordan Peele con la tan valorada en su momento y sobrevalorada para mí 'Déjame salir' y llegó el momento de ver la que, hasta el momento, es su último filme como director de largometrajes con esta 'Nop', título fácilmente llevado a chiste y a memes que quiere ser más tomada en serio, a pesar de su título. ¿Pero realmente se puede tomar en serio o 'nop'? Pues un poco 'sip'.
Su primera hora puede lastrar un poco debido a que se toma excesivo tiempo en presentar a todos los personajes involucrados en la búsqueda de la fama y del casito como son los dos hermanos protagonistas ('OJ Haywood y su hermana Emerald) quienes afrontan a su manera la pérdida de su padre, dueño del negocio que suministra caballos a películas de cine. Mientras 'OJ' pasa por una depresión y es seco en el trato, su hermana se pasa de alegre y extrovertida hasta llegar a un punto irritante. Por otro lado, tenemos a Angel, un dependiente de una tienda de electrónica con tendencia a ser pesado y entrometido, el director Antlers Holst, quien será reclutado por los hermanos para intentar retratar la llegada de 'eso' para la posteridad y a un actor infantil y ahora propietario de un espectáculo ambulante como es Ricky 'Jupe' Park, cuya historia se contará mediante 'flashbacks' de cuando trabajaba en una serie cuando era niño y que involucra a un mono asesino.
Una vez que, por fin, se muestran las cartas sobre la mesa es durante la segunda hora la que salva un filme que parecía destinada a ser un coñazo absoluto y uno de los peores largometrajes que hubiese visto durante este año 2023. Es entonces cuando la metáfora sobre el espectáculo y la búsqueda de la fama a cualquier precio toma relevancia y aquella amenaza que aparece en el cielo se vuelve más perra que nunca, dejando una gran secuencia como es la de bañar de sangre la casa de los hermanos en una toma general brillantemente hecha.
Hay que otorgarle a Jordan Peele que a sus películas quiere transmitirle personalidad, lo cual está bastante bien y puede ayudar a que destaquen; lo malo es que tanto en 'Déjame salir' como en esta, esa personalidad no termina de tomar de todo el cargo y deja la sensación de un "lo que pudo ser y no fue" que aquí también se repite en términos de no echar toda la carne en el asador y dar pinceladas de buen cine más que un suministro entero. En este caso, su segunda hora mejora lo ya visto durante la primera, mas no deja una sensación de asombro ante lo contemplado en la pantalla. Un guion aceptable y la dirección de Peele con sus actores (especialmente Daniel Kaluuya y Keke Palmer, sin desmerecer al resto), junto a una fotografía más que buena y una banda sonora que cumple su función hace que sea una experiencia digna de ver, aunque con el tiempo no creo que siga en mi memoria.
6
Te falta 'Nosotros', la de en medio.
Lo sé, todo a su debido tiempo.
Le doy un 6.