'El culpable' - La delgada línea telefónica
El ex oficial de policía Asger Holm ha sido suspendido de sus funciones y relegado a operador del servicio de emergencias. Durante un rutinario turno de noche recibe la extraña llamada de una mujer aterrada que dice haber sido secuestrada...
Recluido en su mesa en la centralita de emergencias, Asgar tendrá que localizar y socorrer a la mujer en peligro con la ayuda de sus compañeros en todo el país. Pero conforme avance el reloj y pasen los segundos, Asgar tendrá que enfrentarse no sólo a la precipitación de los acontecimientos relacionados con el crimen, sino también a sus propios demonios personales...
En palabras de su director, Gustav Möller, "creo que las imágenes más fuertes de la película, las que te cuesta más olvidar, son las que no se ven. La idea de la película se me ocurrió cuando me topé con una llamada real al 911 de una mujer secuestrada. La mujer viajaba en coche y, como estaba sentada a lado de su secuestrador, hablaba en clave. Al principio me intrigó el suspense de la llamada, como a cualquier otro oyente. Pero después empecé a reflexionar sobre lo que la hacía tan intrigante".
"A pesar de que solo había escuchado una grabación de sonido, tuve la impresión de haber visto las imágenes. Había visto a la mujer, el coche en el que estaba, la carretera por la que iba el coche, e incluso al secuestrador sentado a su lado. Me di cuenta de que cada persona que escuchara esa llamada telefónica vería imágenes diferentes: Una mujer diferente, un secuestrador diferente, y así sucesivamente".
"Así que empecé a darle vueltas. ¿Qué pasaría si se utilizara esa idea de imágenes mentales en una película? Mi objetivo con 'The Guilty' es hacer un thriller de suspense basado en los personajes, pero también una película que ofrezca a cada espectador una experiencia completamente única".
Y así es, y así ha sido. La comparación más que recurrente con producciones como 'Última llamada' o sobre todo 'Buried (Enterrado)' a huevo. Incluso con 'La última llamada' de Brad Anderson si la despojamos de ese efectismo del cine comercial norteamericano. 'The Guilty' es consecuente consigo misma hasta el final, en una decidida apuesta que ante todo funciona; que cómo mínimo resulta elogiable en la construcción de un ágil y elegante relato de suspense que, visualmente, se limita a estar en una sola estancia (más o menos amplia).
Un hombre traumatizado. Una mujer desesperada. Y tan sólo una línea de teléfono, en lo que bien podríamos considerar un poema visual sobre el valor de la palabra. La imaginación al poder, o cuando no hace falta un flashback para acompañar una buena historia (¿se acuerdan de 'Tiburón'?). Si una imagen vale más que mil palabras, 'The Guilty' es de esas películas pequeñas, discretas, en apariencia sencillas y humildes que en realidad no son gran cosa... pero que lo acaban pareciendo al conseguir que esas mil vibrantes palabras valgan más que una sola imagen.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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