'Llámame por tu nombre' - Fácil de vender, difícil de comprar
Difícil de vender, pero muy fácil de comprar decíamos de 'Tres anuncios en las afueras' hace apenas un par de semanas.
No como sucede con 'Call Me by Your Name', película de Luca Guadagnino mucho más fácil de vender que de comprar. De momento, seamos como intentamos ser y para evitar malentendidos, digamos que se trata de una historia de amor y desamor... que hay según que añadidos que cuando uno ya tiene pelos en el sobaco, sobran. Especialmente, si atendemos a un carácter claramente romántico que no tiene por qué lidiar con eslóganes de campaña.
El sueño de una noche de verano tras el cual, uno se queda como si hubiera visto el sueño de una noche de verano... de otro, y más o menos como la de cualquier otro de esos veranos, de cuando el verano era verano y no había que fichar de 8 a 5, y de 5 a 8. El por qué de según que oportunos y/o oportunistas añadidos, puede, quizá, tal vez, tan progresistas como para poder ser reformulados cómodamente en algo igual de retrógrado. Puede, quizá, tal vez.
Porque al fin y al cabo se trata de vender, que algo hay que vender a los que tienen ganas de comprar. En esencia, tan sumamente correcta en todo que hasta al final, en el descuento, cae en la molesta tentación de explicarse. Como si fuera necesario poner voz a lo que los gestos, las miradas, y los suspiros ya han dejado claro de forma tan sumamente correcta como a la vez, tan sumamente elegante como el personaje de Armie Hammer.
Otra como 'Verano 1993' que pasa por delante para quedarse atrás, siendo su elegante corrección el freno que a su vez le otorga su mayor gloria: La de dar un trato justo a la historia que envuelve. Una historia que retrata con tanta dignidad, convicción y honestidad como para que uno se sienta mal, un poquito culpable, por no sentir nada más que un profundo respeto hacia quién, como Luca Guadagnino, no más que una historia te ha querido contar.
Respeto por un trabajo bien hecho, inmaculado y en todo momento apreciable, pero por el que tampoco hay que vender, o venderse como si nos fuera en ello un puesto en la administración pública (del pueblo de al lado).
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Su guion es magnífico, pero Guadagnino no consigue combinar elementos para formar un filme que debería ser extrasensorial. Si hubiese sido francesa, estoy convencido de que sería una película extraordinaria.
Si la película pega es, con una mayoría incontestable de culpa, por Timothée Chalamet. El chico tiene un don traducido en un dominio estratégico de la mirada con un lenguaje corporal capaz de pasar de niño a hombre en 2 segundos. Resulta camaleónico con las emociones. Lo que hace es de una categoría indudable, y podemos hablar de que ha nacido una estrella.
Armie Hammer está muy correcto aunque le condiciona que sea más la historia de Elio que la de Oliver. Pero si alguien se roba la película es Michael Stuhlbarg. La charla final que tiene con su hijo Elio vale dinero y eternidad. El padre que antaño fue niño y que dudó, la vida desde la experiencia. Increíble y tremendamente necesario speech que estoy seguro tendrá un legado longevo en la cultura popular.
Si hay que enamorarse de la historia, qué mejor que hacerlo en Italia, y en verano. Crema (Lombardía) sirve de ambientación para recrear una vida cálida, familiar, casi rural, y donde el tiempo pasa tan lento como Chalamet quiere. Maravillosos paisajes escena tras escena.
Dice Albahaca en mi sevillana favorita que 'pasa la vida, se van las ilusiones y tus bellos sueños todo se olvida'. Eso es Call Me By Your Name, la efímera felicidad de un amor de verano, el descontrol del despertar sexual, la amargura de un adiós, la tolerancia paterna.
That's what I say.
Le doy un 7.
Lo mejor, los actores. Recae sobre ellos el peso de la película y cumplen con creces.
7