Un agente de las fuerzas especiales recibe la misión de escoltar a un capo de la mafia albanesa, acusado de dirigir una extensa red de prostitución, para ser juzgado ante un tribunal europeo. Durante su traslado, los asesinos a sueldo de Nexhep preparan una emboscada en plena noche para facilitar su fuga, pero Laborie y sus hombres consiguen escapar de ellos. Tras una loca persecución, los policías se refugian en compañía de su prisionero en un almacén aislado situado en un polígono industrial. Allí descubren a una banda que ha acudido a robar material informático.