Quimérica anomalía
El primer día de esta aventura veneciana lo empezaste, recuerda, enamorándote hasta el fondo. Los síntomas físicos y mentales no dejaban lugar a dudas. El flechazo había dado en la diana. ¿Cómo no iba a suceder? Con Ella de por miedo, ¿quién iba a resistirse? Exacto: nadie. Imposible. Ahí estaba, en la Sala Darsena, chupándose el mismo asco de cola que tú....