La voz de una leyenda, la actuación de su vida. Tráiler y cartel de 'Amazing Grace'
En 1972, Aretha Franklin decidió volver a sus raíces y dedicar un álbum en vivo a la música con la que se crió: El góspel. Para grabarlo, Warner invitó al Coro Comunitario del Sureste de California, a una banda y a un centenar de personas de público, para pasar dos noches en una iglesia de Los Ángeles convenientemente habilitada. De ahí tenía que salir también...