Y ya está casi todo vendido, tras una intensísima semana de muchos quilates en la ciudad de los canales, la 68ª edición del Festival de Cine de Venecia llega a su fin, y como es normal en este tipo de citas, ha quedado una vez más demostrado que a estas alturas ya está casi todo el pescado vendido. Normal, y mejor, puesto que el Jurado presidido por Darren Aronofsky tendrá mucho trabajo para decidir qué película merece este año el León de Oro... hace años que la pugna no estaba tan reñida. De momento, todo apunta a que el irlandés Steve McQueen y su 'Shame' se van a llevar los máximos galardones, pero como hemos indicado, en esta ocasión no puede descartarse nada.

Si acaso las dos películas mostradas hoy, que aunque no han dejado mal gusto de boca, sí que puede afirmarse in miedo a equivocarse que han pasado por el Lido sin pena ni gloria. Por una parte 'Texas Killing Fields', de Ami Canaan Mann, hija de Michael Mann, de la que lo mejor que puede decirse es precisamente el vínculo familiar ahora mencionado. Se trata de un thriller cien por cien americano, con buena vocación y ganas de semejarse al cine que practica Michael Mann (muy buen referente, todo sea dicho), y en esto mismo se queda... en una sombra, bastante atractiva, pero sombra al fin y al cabo, de su padre.

Mientras, el incombustible Johnnie To ha saltado a la palestra con 'Life Without Principle' enésima muestra de su cine caótico y adrenalínico, tan confuso como exasperante y, por qué no decirlo, también adictivo. Nada nuevo bajo el sol de Hong Kong... ni el de Venecia, que ahora sí, aguarda pacientemente a saber quiénes van a ser los triunfadores de esta para muchos excelente edición.

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