En un festival donde el cine de autor tiende a emparejarse siempre con los discursos más complejos, experimentales, y sólo al alcance de las mentes presuntamente más privilegiadas, es curioso -y esperanzador- ver como un “viejo dinosaurio” del calibre de George A. Romero se erija como el auténtico protagonista de la jornada. Y es que después del alubión de películas de difícil digestión presentadas en la Mostra, la sexta aventura del veterano director con su queridos zombies ha sido más que bienvenida. En 'Survival of the dead' se nos presenta un curioso producto que mezcla el género de muertos vivientes con el western. Así, entre el terror más visceral y el más puro disparate discurre esta proposición que por lo menos ha servido para dar un breve respiro al público del festival.

Todo lo contrario que ’Il grande sogno’, del cineasta italiano Michele Placido. Enésimo retrato que cae en la autocomplacencia acerca de los sucesos acaecidos en aquel mágico noviembre del 68. Con marcados tintes autobiográficos, la cinta no ha recibido la acogida que en un principio cabría esperar. Especialmente ilustrativo es el hecho que lo más comentado del asunto ha sido la posterior rueda de prensa concedida por el director. Haciendo poca gala de su apellido, Placido ha sido presa de la ira tras habérsele preguntado acerca de la financiación del proyecto (ver a una de las compañías de Berlusconi hacerse cargo de los gastos de un filme que ensalza el espíritu revolucionario, es por lo menos curioso). Ha habido un gran show y alguna que otra confusión con respecto a la nacionalidad que ha planteado la pregunta de marras. Todo ello nos lleva a la conclusión que cuando se habla más de las declaraciones “off-te-record” que de la propia película, es que ésta no ha funcionado del todo bien.

Afortunadamente ha habido más complicidad entre creador y espectador en el caso de ’Mujeres sin hombres’, a pesar de que en esta ocasión el tema a tratar era considerablemente más duro. La iraní Shirin Neshat narra la historia de cuatro mujeres de Iran que en la década de los años cincuenta van a ser testigos de primera línea del golpe de Estado del Sha... y de la posterior revolución islámica. Aunque en algún que tramo que otro esta ópera prima se resienta de incongruencias en el trato de la dramática situación que describe, al final acaba imponiéndose la fuerza de un retrato desgarrador que consigue poner al público en la piel de sus sufridas protagonistas.