Sitges 2023 - Parte VI
Bienvenidos a la sexta de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 56 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Seguimos.
'The Sacrifice Game' - No lo parece, pero no se trata de la primera película de Jenn Wexler. Aunque darle la consideración de película a este telefilme amateur tan torpe, errático y simplón puede resultar hasta ofensivo. 'The Sacrifice Game' no sólo resulta fea a la vista, también carece de chicha, intencionalidad o nervio. De cualquier tipo de gracia o siendo una "de miedo", elemento alguno que alcance la consideración de provocador o turbador. La idea no es necesariamente mala, pero su ejecución, puesta en escena, dirección de actores y en general todo lo demás si lo son. Y mucho. **
'Pobres criaturas' - Una de las películas del festival. ¿Y del año? Una comedia tan negra como dicharachera e incorregiblemente sexual con la que Yorgos Lanthimos se transforma en el Tim Burton descarado y travieso que nunca llegamos a ver. Está un poco descompensada entre sus partes y se acaba haciendo un pelín larga, pero su arrolladora personalidad y abrumadora puesta en escena lo compensan casi todo. Como también lo hace la no menos arrolladora y carismática presencia de Emma Stone, alma de un delicioso, vigoroso y subversivo cuento para adultos cargado de erotismo. ********
'Mimì - Il principe delle tenebre' - Sobre el papel la idea puede tener su aquel. Pero al igual que sucede con 'The Sacrifice Game', sus responsables no aciertan a desarrollarla de tal manera que no resulte... ridícula. Realmente ridícula. Aunque a diferencia de 'The Sacrifice Game' al menos sí está bien filmada, lo que no obstante hace que sea más frustrante. Porque Brando De Sica, su director y co-guionista, al menos muestra una mínima intencionalidad o cierto gusto, por más que en todo momento se sienta una obra completamente fuera de tono, de tiempo y también de lugar. ***
'Cuando acecha la maldad' - Una película que se atreve a hacerle daño a un niño siempre será bienvenida, porque una vez se traspasa esa barrera cualquier cosa es posible. Cierto que sus maneras no son las más refinadas, o que pasa demasiado rápido y por encima de todo dejándose mucho por el camino. Pero posee una cualidad muy difícil de ver: Su cruda autenticidad como intimidante relato de puro terror. Un brutal e imprevisible relato que te mantiene en continúo estado de alarma. Porque lo dicho, cualquier cosa le puede pasar a cualquiera... y no precisamente agradable. *******
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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