'Vida perfecta' - O la vida
A medida que te vas haciendo mayor se supone que cada vez estás más cerca de la persona que serás siempre, pero ¿qué pasa cuando a esas alturas los grandes pilares de tu vida se tambalean? 'Vida perfecta' cuenta una etapa de crisis vital de tres mujeres que están buscando su lugar en el mundo. María, Cristina y Esther están atravesando, por distintas razones, una crisis que les hará replantearse los cimientos sobre los que han construido sus vidas. Las tres se enfrentarán al hecho de que su vida no sea tal y como ellas habían imaginado.
Soy de los que piensan que no es lo mismo cuando ves un solo episodio de una serie a cuando la ves del tirón, ya sea porque te has enganchado o porque no tienes nada mejor que hacer. No es lo mismo, como tampoco es lo mismo dependiendo del tipo de serie que sea. Claro que hay producciones como 'Vida perfecta' que invitan a cualquier formato. A las que les sienta igual de bien un repaso, ya sea por partes o del tirón, que bien podría pasar por ser el visionado de una película -de tres horas y media- dividida en capítulos -de 25 minutos cada uno-.
Como no podía ser de otra manera, Leticia Dolera reincide en las formas y valores de aquellos 'Requisitos para ser una persona normal' para seguir escarbando en lo que se supone que es lo correcto cuando los 40 están acechando a la vuelta de la esquina. Una apuesta sólida, consecuente y bien intencionada fundamentada principalmente en el trabajo tanto de sus tres protagonistas como en el de Enric Auquer, camino de ser una de las revelaciones de este 2019 (después de haberle visto destacando también en 'Quien a hierro mata').
Con un cariz más dramático que cómico aunque siempre ácido, bajo su apariencia de aseado mueble a lo Ikea para hipsters sobresale una sensación de agridulce veracidad. La de aquellas "girls" de Lena Dunham que han crecido, o sienten que han crecido en desigual medida a la vida que las rodea y/o a una vida que como decían en 'El club de la lucha', nos hizo creer que seríamos lo que igual ni queremos ni necesitamos ser. La de esa ansiedad que comienza a aflorar cuando uno repara que el final empieza a estar más cerca que el principio.
'El club de la lucha', de la que hace ya 20 años. ¿Entonces qué somos? Sólo somos consumidores. Exacto, el producto secundario de una obsesión con el nivel de vida. Los asesinatos, el crimen, la pobreza, me tienen sin cuidado. Lo que me molesta son las revistas de celebridades, TV con 500 canales, calzones con el nombre de un tipo. Rogaine, Viagra, Olestra. Al carajo con tus sofás y sus patrones de franjas Strinne. Yo digo que nunca estés completo. Yo digo que dejes de ser perfecto. Yo digo que hay que evolucionar. Pase lo que pase.
Nos hacemos mayores. Cada año que pasa resulta más "incómodo" pensar en lo que somos. En lo que fuimos. En lo que queríamos ser. En lo que pensábamos que seriamos. 'Vida perfecta' es una serie bonita e imperfecta como la vida misma, casi, que lo imperfecto es bonito pero no tan pulcro y aseado. Una comedia dramática que empieza en un tono más ligero y que, a medida que avanza, profundiza más en los conflictos internos de sus personajes, en la que los momentos de humor se entrelazan o superponen con el drama, lo absurdo o lo grotesco.
O con la vida.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex