'Un amor' - Los mundos de Yuppie
Las aventuras de una yuppie de ciudad en la España profunda. Problemas del primer mundo, y eso...
'Un amor' tiene un planteamiento que recuerda a las películas navideñas de Hallmark, si bien Isabel Coixet no tarda en marcar diferencias y dejar claro que se trata de un tipo de película menos aseada y amable. Un drama que sin embargo comete un error de cálculo, entendemos que accidental más no por ello menos inoportuno: una relativa simplificación de todos los elementos que la definen, lo que parece conllevar un toque paródico, duda que su final parece resolver (para mal).
¿Acaso era esa la intención? Existe una cierta comicidad no tan soterrada que socava la credibilidad, significado y profundidad como teórico drama de 'Un amor', la cual se sostiene a base de lo que parecen mecanismos maniqueos no del todo bien ponderados y de dudoso provecho. De esta manera el retrato que hace de su protagonista, el fin último de la historia, se ve tan difuminado y/o corrompido que un "la loca del coño" lo parece resumir todo con simple y certeza clarividencia.
La propia película queda un poco difuminada y/o corrompida a pesar de su dignidad generalizada, en especial de las interpretaciones de Laia Costa y Hovik Keuchkerian. Pero es que ni nos la podemos tomar demasiado en serio ni tampoco a broma, lo que como espectadores nos deja algo desamparados y contrariados. Una incómoda y apática sensación causada por el aparente artificio naturalista de lo que acaba siendo poco menos que una de Hallmark... con perro en lugar de hombre.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
El personaje del casero (Luis Bermejo) es quizás el más exagerado, con un machismo exacerbado que demuestra de forma abierta y sin ningún tipo de pudor. Por contra, el personaje de Hugo Silva, en la que para mí es su mejor interpretación hasta ahora, va soltando de forma velada comportamientos "micromachistas" que intenta ocultar ofreciéndole su ayuda constantemente a la protagonista. Un impresionante Hovik Keuchkerian también será nominado al Goya con total seguridad. Por último, también destaco a Ingrid García Jonsson en un papel mucho más pequeño pero también muy logrado.
Le doy un 8.
A mí lo del bailecito y lo del perro al final me sacaron por completo de dudas y de la película. De hecho, una vez visto su final, sólo le encuentro sentido y fundamento como comedia...
Mala elección, no hay más
A mí me cambió por completo la percepción de la película, además de bajarle la nota un punto. De ahí que me pasara a ser una película sobre las aventuras en el pueblo de una yuppie de ciudad.
Haberla visto prácticamente a la vez que 'El maestro que prometió el mar' tampoco ayudo, al asociar los personajes de Laia Costa como si fueran el mismo.