'Tres' - El concepto es el concepto
C es una arisca diseñadora de sonido que disfruta de su trabajo y prefiere pasar el tiempo sola. El estudio es su último refugio, un lugar donde ignorar las malas relaciones que mantiene con prácticamente todo el mundo. De pronto, C comienza a desincronizarse. Como si fuera una película mal sonorizada, su cerebro comienza a procesar el sonido más tarde que las imágenes...
A nivel conceptual (y sonoro) la ópera prima de Juanjo Giménez es una obra muy interesante. Cuenta con una premisa curiosa y un planteamiento intrigante que nos promete un desarrollo estimulante, si bien, a pesar de sus bondades, su buena caligrafía o la presencia de Marta Nieto, y como el ejercicio de estilo inmóvil y reiterativo que es, se nos queda algo escaso y a medias al no ir a muerte con una premisa y un planteamiento que se sienten poco aprovechados y estirados a partes iguales. Lo peor que le puede pasar a una idea tan particular y reconocible cuya posible reproducción tendría ya un antecedente tan claro, sin que la posible falta de medios compense la relativa falta de ambición.
'Tres' no evoluciona ni se despliega en la misma medida que permite un concepto que, por descontado, está concebido como sencillo subterfugio dramático, sin que esto sume o reste valor. Se acepta, sin más, como la película se acepta, asienta y conforma con un radio de acción tan en proporción pequeño y humilde, que al final su elemento verdaderamente distintivo queda reducido a casi un socorrido Macguffin. Lo que no sería un estorbo de no ser por su poco calado dramático y emocional, de una calculada frialdad excesivamente intelectual con la que cuesta empatizar, tan respetable como a la hora de la verdad tan amanerada y estudiada, y con ello, en apariencia banal y ficticia.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex