Las cosas como son. Todo aquel que se suicida tiene una razón para hacerlo. Aunque a los demás nos pueda parecer incomprensible (por no llamarlo de otra manera), para quien lo ha llevado a cabo, en principio, y dejando fatídicos calentones mal medidos al margen, tenía todo el sentido del mundo. Debía tenerlo para dejar tras de sí a un puñado de seres queridos, curiosos y morbosos preguntándose de por vida sobre el porqué.

'The Girl From Plainville' comienza con el suicidio en 2014 de Conrad Roy III. A partir de ahí la narración se divide en dos: lo que ocurrió antes y lo que ocurrió después. El objetivo, como se supone lo es en todo considerado true crime, es llevar a cabo una crónica sensible y más o menos certera de lo ocurrido de paso que evita el morbo gratuito, aunque sea sólo por el que dirán (o denunciarán) los que todavía están por aquí.

Pero en el cine o la televisión no basta con la intención, tampoco con una historia interesante, un reparto ejemplar o manejar una serie de cuestiones importantes. Hay que poner todo ello en valor. Una buena base sólo es un punto de partida, y si quieres retener al espectador durante ocho episodios de 45 minutos tienes que darle algo más que lo que pueda leer en la Wikipedia. Darle vida. Que resulte emocionante o estimulante.

Y 'The Girl from Plainville' lo es cuando se centra en los personajes de Colton Ryan y Elle Fanning, quienes tienen a su cargo el auténtico valor diferencial de una miniserie que sin embargo no termina de aprovecharles. De ponerles en auténtico valor respecto a los elementos superfluos que les rodean. En su afán por una perspectiva global, el guión acaba dando casi la misma relevancia a los elementos más comunes sobre los que se apoya.

Esto es, la miniserie trata todo y a todos casi por igual, incluyendo un plantel de secundarios que en su mayoría, sobre todo los relacionados con el tema legal, carecen de una definición que justifique su aparente relevancia en pantalla como algo más que comparsas. Esto es, al no valorar y/o aprovechar sus elementos distintivos y darle a todo un valor promedio, la miniserie acaba cayendo en lo genérico. En lo blando y desaborío.

Aunque lo pueda parecer (y en ocasiones amague con ello), en realidad 'The Girl from Plainville' no se muestra interesada en explorar las ideas, los recovecos o los temas que plantea la historia, cayendo en el acomodado vicio de realizar un retrato "wikipédico" poco provocador y carente de profundiad. Su narración partida en dos juega bien al despiste al principio, pero no puede impedir la pérdida de fuelle progresiva.

La curva de su interés marca una tendencia claramente descendiente. De más a menos, conforme sus elementos más interesantes se van diluyendo en una narrativa que no les da salida, y que ante la duda tiende hacia el melodrama con un tono más cercano al de un telefilme de sobremesa. De la curiosidad inicial a la indiferencia final, siendo otro de tantos de esos true crime que no son capaces de superar a la realidad.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex