'Supernormal' (T2) - Alguien al volante
En su momento señalé a Emilio Martínez-Lázaro como el principal culpable de la decepcionante primera temporada de 'Supernormal'. Esta segunda temporada, dirigida en su lugar por Vicente Villanueva, supone una evidente mejora respecto a aquella. Quizá no es tan rutilante y/o contundente como la de la segunda temporada de 'La unidad' respecto a la primera, pero su progreso anima a pensar que para la tercera podría estar cuanto menos cerca de parecerlo.
Ya no es sólo que en esta ocasión su director no le haya puesto un palo en las ruedas. Es que además Olatz Arroyo y Marta Sánchez, sus creadoras y guionistas, también han aprendido de la experiencia y han compensado en gran medida el otro gran hándicap de la serie: su indecisión y falta de definición. Su primera temporada quería abarcar mucho en sólo seis episodios y prácticamente no desarrollaba nada, quedándose ni a medias de todo lo que aparentaba meter.
Esta nueva temporada es más sencilla y directa, así como más clara en sus intenciones y aspiraciones. Una nueva temporada mejor dirigida y escrita, y más pulida y eficiente que logra a la segunda erigirse en ese simpático e inocentón salvatardes que a la primera no terminaba de ser. Arroyo y Sánchez ya conocían a unos personajes que se ajustan como un guante a sus intérpretes, y ahora además también tienen bien medidas las tramas que entrelazan sus caminos.
Aunque sigue careciendo de la personalidad y/o el encanto de otras series de Movistar Plus+ como 'Mira lo que has hecho', 'Vida perfecta' o 'Vergüenza', esta segunda temporada de 'Supernormal' es un "progresa adecuadamente" que anima a pensar que para la tercera será ya una producción abiertamente recomendable, incluso por encima de sus humildes ambiciones como un entretenimiento ligero y bonachón que cumple para una tarde de sofá y manta.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex