'Spider-Man: No Way Home' - Una gran responsabilidad
'Spider-Man' (2002, Sam Raimi) no solo marcaba un antes y un después en la forma de hacer y entender las películas de súper héroes (que actualmente, casi 20 años después, solo hace que seguir creciendo), si no que traía consigo una de las frases más emblemáticas de la historia del cine y de la cultura Pop. "Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad", tan reconocida que no hace falta ni haber visto la película y tan aplicable a variantes del día a día que, sin ir más lejos, ahora mismo, tras haber podido ver la película, y contando con que quién lee estas líneas no, mi poder: Tener la información. Mi responsabilidad: No spoilear. No al menos sin avisar previamente.
Analizando el fenómeno social que está suponiendo ésta tercera parte del Spider-Man del UCM, observaremos que la máxima reside en toda la especulación generada en torno a las posibilidades entorno a ella, una suma de supuestas filtraciones ya sean de guión, imágenes y demás como de información oficialmente revelada que no enseña, pero si insinúa que puede haber, o que no, en los acontecimientos que están por llegar en ésta 'No Way Home'. Es muy complicado hacer una crítica mínimamente extensa sin cruzar esa fina línea en lo que alguien puede considerar que decir o usar ciertas palabras es spoiler o no lo es. Insinuar si cumplen o no con todo lo prometido, si es mejor, o peor, o diferente, puede terminar siendo susceptible de percibir como información no deseada sobre la película, así que para su comodidad, vamos a dividir la crítica en dos secciones.
La primera, que será lo que sigue, será un análisis más genérico de la película, sin tener tanto en cuenta el factor "fanservice", sin entrar en detalles que puedan ser considerados spoilers. En una segunda parte, mucho más enfocada al factor "fanservice" y promesas cumplidas o incumplidas, será escrita sin tanto miramiento y con alto riesgo de spoiler. No sufran, antes de llegar a este punto, serán debidamente informados.
'Spider-Man: No Way Home' continúa exactamente dónde termina su anterior aventura, proponiendo unos cambios de dinámicas en cómo afrontar ser el amigo Spider-Man. No soy especialmente fanático de ésta nueva interpretación que ya me dejó bastante tibio en su primera película, y siendo Tom Holland "un chaval" que me cae simpático, sigo viendo fallas, falta de evolución y madurez en su parte como Peter Parker (o al menos, tal y como yo lo tengo idealizado) mientras si veo una evolución positiva en su alter ego Spider-Man cuando lleva el traje. Una evolución en esa parte, diría, que viene acompañada del director de las 3 entregas actuales, Jon Watts, especialmente en el uso de la cámara y sacar brillo y espectacularidad a las habilidades al arácnido para superar los problemas y situaciones súper heroicas a los que se enfrenta. Lejos queda ese descafeinado clímax en las alturas que vimos en 'Homecoming', ahora un simple balanceo con poca relevancia se siente con mucha más épica que la suma de todas las vista en la primera.
Centrándome en Peter Parker, ya saben, sin el traje, siguen enfocándolo en hacerlo un adolescente demasiado inquieto e irresponsable que parece que no acumule la experiencia que debería haber conseguido tras todo lo vivido hasta la fecha, lo cual incluye un enfrentamiento a niveles, literalmente, cósmicos. Ésta inmadurez parece trasladarse también a otros personajes cercanos cuando interactúan con éste, como es el caso de Stephen Strange, más fácil de convencer de aceptar propuestas supuestamente complicadas y arriesgadas en una conversación de poco más de dos minutos, dónde ninguna de las partes parece hacer el más mínimo esfuerzo por plantear soluciones menos comprometidas con el espacio tiempo y demás. Si pasamos por alto éstos detalles, igual que terminar pidiendo ayuda a sus dos amigos (Bueno, mejor amigo y novia) en un problema con una escala de valores muy superior y peligroso a lo que un simple mortal debería enfrentarse, nos encontramos con una película que cumple como entretenimiento ligero, con un buen uso del humor, con momentos dramáticos que funcionan y sobre todo, escenas de acción de lo más alucinante.
Para que la cinta sobresalga sobre otras en éste saturado mercado del cine de súper, 'Spider-Man: No Way Home' va a depender de las decisiones tanto creativas como de estudio para ver si todas las teorías, filtraciones e insinuaciones se cumplen o de lo contrario, nos van a volver a plantear un giro en plan Mysterio ('Lejos de casa') o en el tan expectativo personaje de Mercurio presentado en 'Bruja Escarlata y Visión' y que luego resultó quedar en... bueno. Literalmente nada. ¿Será éste el caso?
Ponemos rumbo a la zona con spoilers.
Aviso de nuevo, por si queda algún despistado en la sala. A partir de aquí, hay peligro de spoiler. Spoiler, spoiler, spoiler. Ok, creo que el concepto ya ha quedado claro.
Subía unas semanas atrás un conocido Youtuber -'El mundo de Zowl', dedicado a analizar con lupa, con el máximo de objetividad, tanto películas como teorías ocultas- un vídeo llamado "El spider-verse tiene que ocurrir sí o sí". Una vez escuchabas sus argumentos, entendías que no lo decía como fanboy encaprichado, sino por la cantidad de información en insinuaciones que Sony junto a Marvel habían lanzado al público. Ya no se trataba de una teoría especulativa que se había generado alrededor del fandom, eran las propias productoras las que habían lanzado la suficiente información oficial como para que los fans hiciesen sus teorías con una base totalmente sólida. El hecho de que una vez entrada en la sala de cine no ocurra el Spider-verse, no sería culpa de los fans, sino de Sony/Marvel, por volver a prometer para no cumplir.
Y como si un mensaje premonitorio se tratase, efectivamente, la carta insinuada en su baraja es la que encontraremos en la sala del cine mientras disfrutamos de un buen cubo de palomitas. Cómo decía al inicio, la película sin éste factor "fanservice", es una película distraída, sin mucho contratiempo y al poco tiempo, olvidable.
Ahora bien, con el spider-verse confirmado encima de la mesa, toca jugar con la interacción entre personajes y no dejarlo en un burdo cameo o una pequeña escena para calmar a los fans y ya. No, la existencia del Spider-verse tiene el suficiente peso en pantalla como para ver interaccionar a Tobey Maguire, Andrew Garfield, Tom Holland y los villanos correspondientes de cada uno. El cruce entre Spider-Mans se produce el tiempo suficiente como para prestarse a pequeñas bromas al comparar sus diferencias, como escenas épicas en las que deberán trabajar en equipo y llevar el factor nostalgia y "fanservice" a unos niveles dignos de elogios. La película sigue siendo objetivamente sencilla y sin complicaciones, pero añadido el factor "fanservice", se convierte en un viaje para poder crear todos estos cruces e interacciones sin complicar la trama innecesariamente.
Centrándonos de nuevo en el Spider-Man de Tom Holland, y aprovechando la mención al canal de Zowl, pocos días después volvió a subir un video analizando el por qué Tom Holland no estaba siendo el Spider-Man favorito de la audiencia. Un análisis muy certero con el que compartí todos los argumentos desde el minuto uno, y es que como dejaba caer en párrafos anteriores, la presentación de éste nuevo Spider-Man/Peter Parker no me llegó a conquistar debido a lo alejado que está del concepto más clásico y conservador del personaje. No era un Peter Parker que debía afrontar los problemas solo, sin alguien que le guie tras la muerte de un familiar cercano, sino un chaval que lo tenía prácticamente todo: Desde mentor, mejor amigo sabiendo su identidad y ya puestos, hasta un traje de última tecnología que tan siquiera había diseñado el.
Y de nuevo, a modo casi de vídeo premonitorio, parece que en el estudio se han dado cuenta de ello y quieren reconquistar a los fans más "old school" del personaje, sin dejar de lado a los que ya están enganchados al Spider de Holland. La película ofrece momentos de madurez, de afrontar perdidas y de vuelta a un ambiente dónde prima la soledad, que podríamos estar casi casi, al límite de considerar que lo que viene a partir de ahora de éste Spider-Man es un "soft-reboot" de la franquicia.
En conclusión, 'Spider-Man: No Way Home', que había jugado su gran poder: El generar unas altas expectativas repletas de posibilidades y explorando el concepto del multiverso, hace gala y cumple su parte de responsabilidad: Ofrecer al público lo que tanto han estado buscando.
Por Alex Martín Fernández
@fenometrix
@fenofunkopop
"SPIDER-MAN: No Way Home", que se convirtió en la película más taquillera de 2021, está dirigida por Jon Watts (Spider-Man: Homecoming, Spider-Man: Lejos de casa), y cuenta con Tom Holland en el papel de hombre araña, acompañado de Tobey Maguire y Andrew Garfield. Completan el reparto Zendaya, Benedict Cumberbatch, Jon Favreau, Jacob Batalon y Marisa Tomei.
Sinopsis: Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man, nuestro héroe, vecino y amigo es desenmascarado y por tanto, ya no es capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser un Súper Héroe. Cuando pide ayuda a Doctor Strange, los riesgos pasan a ser aún más peligrosos, obligándole a descubrir lo que realmente significa ser Spider-Man.