'Sin fin' - Aquí y ahora, antes o después
'Sin fin' se define, de manera oficial, como una historia de amor a través del tiempo sobre la dificultad que tenemos las personas de aceptar la realidad tal y como se nos presenta.
'Sin fin' es, a su vez, la versión en largo de un corto titulado 'No es el fin', obra también de José Esteban y César Alenda, debutantes que aprueban, y que además lo hacen con la suficiente buena nota como para que apuntemos sus nombres en la agenda. Un drama de corte romántico que se vale, de forma tangencial pero muy oportuna, de la ciencia ficción y los viajes en el tiempo en lo que, tranquilos, no temáis, es algo que apenas tarda unos pocos minutos en revelarse.
'Sin fin' evita la parafernalia habitual del género fantástico para centrarse en una historia de amor y, sobre todo, el drama siempre mediante, de desamor. Porque 'Sin fin' es ante todo una historia de desamor sobre cuestiones como ¿cuánto dura el amor? ¿cómo se acaba? ¿se puede recuperar una vez perdido? ¿pueden dos personas amarse con la misma intensidad? ¿en el mismo momento? ¿quién no viajaría al pasado para cambiar aquello que lamentó toda su vida?
'Sin fin' tiene una estructura fragmentada, de saltos constantes del presente al pasado y viceversa, en la que contrasta la felicidad e ilusiones del pasado con el desencanto y amargura del presente: El primer mágico encuentro y, quince años después, el que será su último día juntos... si nadie lo remedia, claro está. Una película sensible, romántica, sobre la manera que tenemos las personas de acercamos, pero también, sobre todo, la manera en la que nos alejamos.
Aquí y ahora, antes o después.
Película sólida, en fundamento y caligrafía que funciona, y bastante bien, dentro de un imaginario con ecos a las animadas 'Your Name' y 'Fireworks'. Una ópera prima madura, fuerte en lo expresivo y con las ideas claras que sabe jugar con lo emocional de manera tan personal como universal. De un romanticismo costumbrista situado en ese delicioso punto que bordea lo sensiblero sin caer en lo empalagoso, lo emotivo sin resultar puñeteramente lacrimógeno.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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