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'Shorta. El peso de la ley' - Compañeros

Vía El Séptimo Arte por 04 de junio de 2021
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Partamos de la base de que no hay ninguna película perfecta. Que no hay ninguna película lo que se dice, redonda. Siempre suele haber cosas, detalles que cambiaríamos si la hubiéramos hecho nosotros. Cosas, detalles que por muy pequeños que sean nos alejan de un 10 que en la práctica sólo existe en nuestro corazón.

Lo que sí que hay son películas que nos molestan más que otras que no sean perfectas, o redondas. Del mismo modo, que hay películas que aún ofreciendo un resultado virtualmente igual, valoramos de forma diametralmente opuesta en función de la casilla de salida: Empates que saben a derrota, y empates que saben a victoria.

'Shorta. El peso de la ley' tiene mucho de 'Los miserables' de Ladj Ly, películas ambas de sendos debutantes que se intuye han crecido viendo películas de John Carpenter o Walter Hill. Todo ello, por supuesto y a la orden del día, con un fuerte componente racial de por medio. Sí en aquella era Francia, en esta ocasión es Noruega. Pero para el caso da lo mismo, que bien podría ser España o Estados Unidos. La violencia es violencia, los prejuicios son prejuicios. Y de ese tipo de cosas están servidos en casi cualquier país del mundo.

A favor de 'Shorta. El peso de la ley' encontramos una película muy bien filmada, con nervio y pulso narrativo que se mueve siempre por zonas grises, convenientemente violenta pero no desagradable y sobre todo, que pivota tanto en torno a los prejuicios como el compañerismo, permitiendo incluso que lo de ser policías pueda quedar en un segundo plano. Los debutantes Frederik Louis Hviid y Anders Ølholm plantean una relación de amor y odio con la que es fácil identificarse; tan fácil y a la vez, como la vida misma, complicado.

Como tan fácil pero a la vez complicada es la sólida interpretación de Jakob Ulrik Lohmann y Simon Sears.

En contra la imperfección que comentaba al principio, resolviendo algunas secuencias como si fueran un trámite o siendo incapaz de transformar en asfixiante la amenaza que se cierne sobre los policías, en ocasiones más casual que causal. Y es que el guión no es tan robusto como la dirección, y este fluye de forma más oportuna que consecuente por más que, a diferencia del mencionado filme francés de 2019, sus responsables no se bajen los pantalones al final y sigan dejando el veredicto en manos del espectador.

Cosas, detalles. Ni grandes ni pequeños. 'Shorta. El peso de la ley' es una buena película que se queda con las ganas de ser la gran película que proyecta poder ser. Un diamante en bruto, y sin pulir que funciona bastante bien, pero no lo suficiente como para que podamos pasar por alto que no es un filme perfecto, siendo que a su vez no es capaz de que nos olvidemos que se trata de un filme, y no un pedazo de una realidad de alcance tan global como lo es tener un compañero de trabajo con una forma muy distinta de ver la vida.

De verla, que no, necesariamente, de vivirla. Porque verlo no es lo mismo que vivirlo.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex


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Comentarios

  • Avatar de Michael Myers
    Michael Myers 01 de Julio de 2022, 11:02:05 PM
    ALGO HUELE A PODRIDO EN DINAMARCA

    Vía recomendación, me llega esta propuesta danesa en la que una pareja de policías (la típica pareja de personalidades opuestas vistas ya en más de una película en años, y hasta en décadas, anteriores) las pasará muy, muy putas para sobrevivir solo un día. Y es que no estamos hablando de una Dinamarca donde todos son el prototipo rubio, o rubia, de color blanco; en este caso nos encontramos con integración de inmigrantes, donde unos se integran mejor que otros.

    Sin conocer mucho más allá de su sinopsis, me he encontrado con una propuesta que no inventa la rueda en lo que respecta a las películas policíacas, si bien creo que tampoco lo pretende, pero está muy bien ejecutada en cuanto a dirección, interpretaciones, guion, moraleja de la historia, realista fotografía y un sonido bien cuidado. Tanto Jacob Lohmann -Mike- como Simon Sears -Jens- interpretan sus respectivos personajes con total verosimilitud y un guion en el que se nota que han pensado detenidamente hará ver los matices de cada uno de ellos dos, más allá de las apariencias iniciales.

    De este filme no solo se puede extraer un sólido ejercicio cinematográfico en más de un aspecto artístico y técnico, sino también hará reflexionar sobre el abuso policial y la integración de los inmigrantes. Una integración que en la teoría funciona bien si crees en un mundo de color de rosa; pero en la práctica tiene sus problemas, como se verá a lo largo del metraje y que los dos policías comprobarán de primera mano. En este aspecto, es un punto a favor del largometraje donde no toma partido por un bando y hace ver los defectos a ambos lados de la contienda.

    No es de lo mejor del cine europeo de lo que llevamos de siglo, eso es seguro. Lo que sí es seguro es que es una película recomendable tanto para pasar un buen rato contemplando buen cine como para hacer pensar más allá de visionar una película policiaca y de acción. Sus cantosos giros de guion no tapan el resto del bosque, que es un disfrutable producto.

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