Siento debilidad por las películas como 'Sentimental' que abrazan su condición teatral con tanta firmeza y convicción. Películas que se desarrollan en un único escenario por el que se pasean un puñado de personajes que sobre todo, hablan. Hablan mucho, todo el rato. La acción es el diálogo, y el diálogo son los personajes. Todo ello, sin salir de las cuatro paredes de un apartamento (salvo durante sus títulos de crédito iniciales).

'Sentimental' es una obra de teatro bien filmada donde sus pocos elementos y personajes encajan de forma dinámica, fluida y orgánica. También, una obra de teatro bien filmada amena, divertida... y tan ácida como lúcida. De hecho, es una obra de teatro tan bien filmada que además, es capaz de situar al espectador en el centro del escenario: De lograr que sus personajes nos representen como personas de carne y hueso.

Un pedazo de realidad, extraído del mundo real. Una noche en la vida de una pareja, la formada por Javier Cámara y Griselda Siciliani, con Belén Cuesta y Alberto San Juan como meros y oportunos catalizadores. Son los dos primeros los que llevan la voz cantante, los que exponen su imperfecta humanidad y anhelo miserable ante los otros dos, jornaleros al servicio de una función que en pantalla luce con suma elegancia.

No es casual que el autor de la obra de teatro y el autor de la película sean la misma persona, un Cesc Gay que como reza el manual se esconde detrás de cada pliegue de la historia. Un trabajo en apariencia discreto que brilla precisamente por su discreta apariencia: Por la habilidad de su ideólogo para desaparecer y que sean sus personajes los que hablen por sí mismos. Para hacer que lo artificial se muestre natural.

Una de esas películas en tiempo real en las que no parece que haya pasado gran cosa, salvo una de esas noches que lo cambian todo. Y sobre todo, el peso de un pasado que ni se muestra ni podemos oler pero que está muy vivo a través de las palabras que le dan forma. Concisa, directa e intensa, 'Sentimental' es una obra de teatro tan bien filmada como interpretada que no parece que haya sido diseñada, sino capturada.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex