'Saw X' - Jigsaw somos todos
La franquicia de 'Saw' parecía haber muerto en mayo de 2021 con el estreno de 'Spiral: Saw', sin duda la peor entrega de todas. A saber qué coño se les pasó por la cabeza en aquel entonces... apenas dos años después se estrena esta 'Saw X', cuya acción se desarrolla entre la primera y la segunda película de la saga, y que quizá no por casualidad, recupera buena parte de la chispa que la misma llegó a tener al principio de los tiempos.
La clave la encontramos en el personaje de John Kramer. Siempre John Kramer. 'Saw X' cambia algo respecto al resto de películas que resulta muy estimulante: está narrada desde el punto de vista de John Kramer. Desde el punto de vista del teórico villano de la función. Aquí no es tanto sufrir por las supuestas víctimas como hacerlo por el supuesto "malo". Un "cabrón" no obstante con tan buen fondo como el Robert McCall de 'The Equalizer'.
"El arte de Creasy es la muerte", decía Christopher Walken en 'El fuego de la venganza' sobre otro personaje de Denzel Washington. Lo mismo se puede decir de John Kramer, quien también hace lo que hace por una buena causa. No es un psicópata desalmado como se ratifica en 'Saw X'. Pudiendo vengarse sin más decide darles, como a todos, la oportunidad de (sobre)vivir a unos que se dedican a estafar a enfermos terminales como él.
Valientes hijos de puta.
Sigue siendo una película de 'Saw' hasta el final, con todo lo que eso conlleva, pero al mismo tiempo se siente diferente. Se siente... fresca y excitante. Después de ocho secuelas, 'Saw X' sorprende al tener algo qué transmitir como película por sí misma. Aunque, obviamente, se trata de seguir exprimiendo la franquicia esta vez lo hace con la elegancia de quien además le da valor. No es, en resumen, otra estúpida secuela de explotación.
'Saw X' ofrece algo nuevo humanizando a la figura de Jigsaw. Jigsaw podemos ser todos. A todos nos pueden timar, a todos nos gustaría ver sufrir a alguien. Y esta décima entrega le convierte en una especie de Robert McCall que lo único que quiere es hacer del mundo un lugar mejor. Aunque sea de manera violenta, o muy violenta. Es algo que en realidad ya sabíamos, pero que hasta ahora siempre se nos había mostrado desde el otro lado.
Para entendernos, en 'Saw X', quizá la mejor secuela de toda la saga, es como si nosotros fuéramos los que estuviéramos tumbados en el suelo, en medio del cuarto de baño, haciéndonos los muertos y disfrutando morbosamente "del retorcido arte de Jigsaw".
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Tras la muy fallida 'Spiral: Saw', parecía que la saga del fan de los juegos macabros Jigsaw había tocado a su fin, peeeeeroooo...a Tobin Bell le ofrecieron volver al universo que le dio fama mundial después de muchos años de secundario (por poner un ejemplo, aparecía al principio de 'En la línea de fuego', entre muchos otros) para una décima parte que, contra todo pronóstico, es muy disfrutable.
¿Después de una décima parte? Pues sí. Resulta que si el guion es bueno, el filme ya tiene muchas papeletas de serlo, miren ustedes por donde. Y esta parte de una trama simple, pero bastante efectiva, de venganza de John Kramer contra esa gente que hace del mundo un lugar peor (aquí en este largometraje ya casi que no sabes si llamar a la policía o darle a Kramer el Nobel de la paz por hacer el bien en el mundo porque se ven rasgos de humanidad dentro de su gran cara sádica y perversa).
Esta es una 'Saw' que no se sale de muchos personajes con una historia de principio, nudo y desenlace, mas son los giros y los ases bajo la manga lo que la hacen una experiencia refrescante para ser una saga que lleva casi 20 años de existencia. Sí que es verdad que mucha de la narrativa es predecible si has visto muchas o todas las entregas como lo del hospital o el último giro; sin embargo, están hechas de forma tan creíble que termina uno preguntándose si esta vez lo que sucede es de verdad.
Hay que darle buena parte del mérito de la longevidad de Saw a Tobin Bell. El actor hizo suyo el papel en la primera con esa voz tan característica que suena aún más tétrico a través de un altavoz y un aura de mal rollo a su alrededor aún como persona que ya pueden haber otros imitadores o aprendices o lo que sea que no habrá nadie que le iguale; y lo mejor de todo es como engaña con su aspecto de señor mayor pacífico, mostrando que la maldad está donde menos se puede esperar.
¿Es predecible? Sí. ¿No inventa nada nuevo para la franquicia? Efectivamente; pero da igual si lo que toca lo hace bien, los juegos macabros son marca de la casa y las sorpresas vienen en momentos inesperados, así que poco más se le puede pedir al "entrenador de vida" (expresión oída en este filme) que guía a la gente por el buen camino de forma muy drástica.
PD: Si no lo saben, hay escena postcréditos que recomendaría ver.
6.5
Esta película ha recuperado gran parte de la esencia que yacía olvidada en las últimas entregas, y aunque considero que algunas trampas siguen siendo un tanto rebuscadas, también creo que son mucho más coherentes con los inicios de la franquicia. Quizás se abusa demasiado del fracaso/éxito del último segundo, porque claro, lo que más le mola a algunos es ver la trampa de forma completa, y a poder ser con una muerte horripilante al final, pero no es menos cierto que esto le resta algo de credibilidad.
Por supuesto, otro detalle que chirría un poco es que nos vendan que esta película se desarrolla entre la primera y la segunda, porque obviamente el aspecto de Jigsaw y Amanda no tiene nada que ver con el que tenían hace casi 20 años. En el caso de John Kramer todavía lo pueden justificar por su enfermedad, pero en el caso de Amanda es difícil que nos creamos que está en la treintena, sobre todo porque la actriz, debido a retoques estéticos evidentes, no es solo que parezca mayor, sino que directamente parece distinta.
Para mí la mejor de la saga tras las dos primeras. Le doy un 6,5.
Yo hubiera contratado a otra actriz...