El título original de 'Sabotaje' es muy claro sobre de qué trata: cómo dinamitar un oleoducto. No por casualidad, está inspirada en el manifiesto del activista Andreas Malm en el que argumenta que el "sabotaje inteligente" es la única forma posible de hacer activismo climático. Que el tiempo para las protestas pacíficas ya pasó. Que ya es hora de secundar la moción con violencia (aunque no necesariamente contra las personas).

Malm lanza la pelota y el cineasta Daniel Goldhaber la golpea con el bate; la amenaza que supone el cambio climático en nuestras vidas no solo justifica la destrucción de infraestructuras petrolíferas, sino que nos obliga moralmente a hacerlo. Y con urgencia. Se nos acaba el tiempo. Goldhaber ha convertido el manifiesto en un trepidante thriller de acción y suspense no lineal que a buen seguro hará las delicias de Christopher Nolan.

'Sabotaje' trata de un grupo de jóvenes "rebeldes" unidos por una causa e ideales comunes que saben lo que están haciendo y por qué: hacer saltar un oleoducto, símbolo del capitalismo salvaje, que contamina y destruye su tierra natal. La película es literalmente eso, la planificación y ejecución del golpe, con las motivaciones de cada uno de ellos filtrándose entre medias de los continuos saltos temporales de adelante a atrás.

"Si el gobierno nos llama terroristas, algo estamos haciendo bien", alega uno de ellos (en una proclama que ahora mismo en España adquiere un significado especial...). Aunque Goldhaber no puede evitar sentir simpatía hacia quienes no dejan de ser la razón de ser del filme, permita que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones. Héroes, terroristas, mártires, inconscientes, comprometidos, gamberros...

... putos jóvenes de hoy en día (o tal vez no).

'Sabotaje' es una grito de rabia contra el mundo y su acomodamiento vital: Hacia el mirar hacia el otro lado mientras tengamos pan, circo y trenes. Una vibrante y aguerrida proclama capaz de combinar de manera orgánica un mensaje político claro y contundente con una emocionante e intensa narración de género. Que sea mas o menos suficiente como para salir a la calle y a empezar a lanzar piedras por Ferraz...

... ya es otra historia. O puede que no.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex