'Problemista' - Los huevos de Tilda
El debut como director de Julio Torres me ha recordado a 'Música', el debut como director de Rudy Mancuso. Ambos, norteamericanos de adopción y una marcada herencia latina, han dado el salto con sendas películas protagonizadas por sí mismos que, ante todo, hablan de ellos mismos. O al menos eso es lo que parece, siendo que en cualquier caso 'Problemista' también recurre a las ensoñaciones oníricas y a cierto surrealismo conceptual para expresarse.
También a una Tilda Swinton que se convierte en la protagonista espiritual de esta fábula sobre inmigración, capitalismo, identidad e inquietudes laborales de la que se adueña, tanto ella como su personaje. Hasta el punto de que pensar en 'Problemista' es ante todo pensar en ella, y no en Julio Torres; o como quiera que se llame su alter ego, tanto él como la película a merced de sus deliciosos delirios narcisistas y su prepotente obsesión por los huevos de su marido.
A mitad de camino del realismo mágico, la comedia underground neoyorkina y el cine social latino, 'Problemista' se desenvuelve bajo la buena apariencia y la debida personalidad que exige el logo de A24 que la antecede, por más que tanto a nivel práctico y teórico como metafórico la tesis de Torres no acabe de cuajar. Se agradecen su inquieta franqueza y su vocación distintiva, pero al cojunto le pesa en contra cierta falta de rotundidad; incluso de autoridad.
Torres seduce con ideas que no termina de explotar, siendo 'Problemista' una película que finalmente opta, ironías de la vida, por no meterse en problemas. 'Música' tampoco lo hacía, si bien Mancuso era más claro y categórico desde el principio mientras que Torres, de alguna manera, arroja la piedra y esconde la mano con una comedia más ingrávida y transitoria de lo que el logo de A24 sugería. O de lo que la vehemente interpretación de Tilda Swinton se merecía.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex