'Poquita fe' - Y mucho humor
Doce episodios de 15 minutos, uno por cada mes del año. 'Poquita fe' habla de todo el ruido que les impide a los cuarentones concentrarse en lo importante a través de un año en la vida de Berta y José Ramón, dos cándidos inocentones que viven en su mundo pequeño, hecho de detalles pequeños y pequeños momentos. La rutina del mes a mes envuelta en situaciones cotidianas, cercanas y con los pies en el suelo, y en un humor sencillo, blanco, atemporal y universal.
Los propios Pepón Montero y Juan Maidagán lo explican a la perfección: es una serie que surge de mirar y escuchar a tu alrededor. Historias que te pasan, historias que te cuentan, personajes que ves por el barrio... Ese tipo de historias mínimas, sin importancia pero simpáticas que cuentas en forma de chascarrillo a quienes ves semana a semana, porque de un mes a otro ya la has olvidado. O porque otras las han reemplazado en nuestra memoria cortoplacista.
Historias que lo pueden ser todo para quienes llevan una vida poco emocionante, de la que nunca harán una película o de la que nunca escribirán un libro. 'Poquita fe' se toma con picardía y humor una vida normal y corriente. Aburrida. La comedia costumbrista que hay a nuestro alrededor, de barrio de toda la vida, con aroma a un tiempo inmediatamente pasado que vale, no fue necesariamente mejor, pero que sí se siente más puro y genuino.
Que sí se siente más cándido y castizo.
'Poquita fe' son doce episodios de 15 minutos, uno por cada mes del año. A nivel argumental no cuenta nada en especial, ni va de nada en particular. Es un repaso a un año de simpáticas anécdotas de una pareja y de todos los personajes de una forma u otra han formado parte de su existencia durante ese tiempo. Un cruce entre 'Escenas de matrimonio' y 'Modern Family' muy compacto y condensado, de andar por casa y con un toque Berlanguiano para ver, a ratos o del tirón, de camino a cualquier parte.
Para ver una, o más veces, con la alegría de la incipiente carcajada a la vuelta de la esquina, la intensidad de no dar ni un segundo de tregua, su carácter coral, atemporal y universal o la imposibilidad de memorizar tan alto volumen de gags. Puro "humor" de la mano de los creadores de 'Justo antes de Cristo' (y su no menos divertida secuela), con otra nueva comedia costumbrista desarrollada a golpe de gag, cotidianidad y las continuas, breves pero geniales aportaciones de secundarios más o menos inesperados.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex