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'Justo antes de Cristo' (T2) - ¡Están to locos estos romanos!

Vía El Séptimo Arte por 19 de marzo de 2020
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Y siguen teniendo razón. "A mí lo que me gusta es lo que tiene una voz, a un autor detrás. No cosas que parecen haber sido creadas en un laboratorio. Prefiero algo fallido con voz propia a algo genérico que sea muy exitoso", decía en su momento Pepón Montero. "Es que en otras series acaba opinando hasta Pichichi y tienes que hacer algo que vaya destinado a todos los públicos y a todos los sectores y eso es imposible. Esos son los verdaderos límites del humor", añade por su parte Juan Maidagán, el otro 50% de 'Justo antes de Cristo' en una entrevista publicada en una revista que volveré a no mencionar (y que por cierto ya no se publica... aunque por culpa de las circunstancias, eso sí).

¿Por qué ha tenido que llegar Movistar+ para que empezaran a surgir comedias con personalidad? Triste, pero no del todo cierto: Tanto 'Vergüenza' como 'Justo antes de Cristo' son proyectos que llevaban años dando vueltas por las televisiones españolas. Dos proyectos que, parece ser, tentaban a todo el mundo... pero de los que nadie quería responsabilizarse. Triste, pero sobre todo incierto el futuro de una televisión en abierto que muere en su empeño por ser de todos que a la vez, es el empeño por no ser de nadie. En vivir, en lo que a comedia se refiere, y salvo honrosas excepciones, de los ecos de una 'Aida' y una 'Aquí no hay quien viva' que de por si acabaron agotadísimas.

En fin, que no hay más ciego que aquel que no quiere ver, según dicen los que dicen que "no hay más ciego que aquel que no quiere ver": Todo es querer, que querer es poder. 'Justo antes de Cristo' es, al igual que lo son 'Vergüenza' y 'Mira lo que has hecho', un placer servido en raciones de veintitantos minutos por capítulo que comparte con aquellas un mismo punto flaco: Seis capítulos por temporada que saben a poco, muy poco. Seis capítulos de veintitantos minutos que se devoran en un visto y no visto, durante el que no se desprende la sonrisa de nuestra cara y la carcajada amenaza constantemente en salir. Lo que se dice pura simpatía. Otra vez, de nuevo, también a la segunda.

Una comedia costumbrista llena de mala leche que, en palabras de sus propios responsables, cuenta la historia de "un millennial de la época, un tipo que no se entera de nada, un "supernini" que no hace nada ni busca nada que hacer". Por decir algo pues, por si no había quedado claro a la primera, insistimos, no deja de ser una propuesta claramente coral, claramente distendida y de vida alegre que más que una historia plantea una serie de variadas situaciones desarrolladas a golpe de gag, por lo demás de manera muy orgánica, compacta y aligerada en dónde brillan especialmente los secundarios más o menos inesperados. Alegría, y esa incipiente carcajada siempre a la vuelta de la esquina.

Algo si no similar, si espiritualmente parecido a un "Camera Café" justo antes de Cristo donde sobrevuela, además y por supuesto, la obligada reverencia a 'La vida de Brian' sin que sea una losa, tan sólo el influjo natural de un clásico inmortal siempre omnipresente. Como lo podrían ser también Larry David, Ricky Gervais, el también muy español Luis García Berlanga o los mismos Monty Python en ese, o cualquier otro contexto. La herencia asumida y una lección bien aprendida que no tiene que ver con la regurgitación, o la repetición, o el modelo industrial post-'Aquí no hay quien viva' (con o sin coronavirus), sino con la mera educación y nuestra aparente necesidad de un modelo de conducta.

Pero no, 'Justo antes de Cristo' no es 'La vida de Brian' a la española: Es 'Justo antes de Cristo'. A su manera, a su particular manera que no es la de todos, pero si la de unos cuantos muy agradecidos. A la de Montero y Maidagán, en una obra con firma -fallida o no- en lugar de un algoritmo. Con un alma del siglo XXI pero ambientada en tiempos de los romanos con el que "los del túnel" salen del túnel. Algo con voz propia y elaborado con buena onda que, como las mencionadas 'Vergüenza' o 'Mira lo que has hecho', poco tiene que ver con la escuela de la sitcom a lo 'Siete vidas' que a la larga tanto ha pervertido el humor (televisivo y cinematográfico) en este país.

Movistar+ sigue, aunque puede que no sume con esta comedia resuelta con tanta seriedad ligera fundamentada en un humor particular, y peculiar que no pasa de moda ni 2.000 (y pico) años después. Algo, sobre todo, a lo que merece darle un oportunidad porque no es de todos, y precisamente, porque no es para todos.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex



Justo antes de Cristo

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