'Oso vicioso' - ¡Estoy hasta las narices de este puñetero oso y de este puñetero bosque!
No más de cinco minutos, y ya tienes claro que 'Oso vicioso' será una decepción. No más que ver la primera escena en la que aparece su digitalizado protagonista, una introducción de lo más representativa que marca el camino a seguir por un meme al que le queda grande la consideración de ser una película de algún tipo. Una nueva 'Serpientes en el avión' donde el chiste y la gracia, mayormente, empiezan con su título y acaban con su premisa.
Se repite en esencia la misma historia: las redes sociales engordan las expectativas de una barata serie B tan hinchada como a la hora de la verdad, muy simple. Un oso asesino puesto de cocaína. La complicidad en la producción de Phil Lord y Chris Miller. Un reparto repleto de caras amigas. Sobre el papel lo cierto es que pintaba bien. Pero lo dicho, 'Oso vicioso' es demasiado simple como para trascender de un chascarrillo para fumetas.
Una producción acomodada que parece lo fía todo a la inercia cómplice que despierta una premisa que demandaba más sangre, estupidez, ingenio, violencia, garra y sobre todo locura. Es, en suma, un slasher pobretón y demasiado blando que apenas se desmadra y, lo que es peor, apenas se asoma fuera de los márgenes de la convencionalidad comercial, cayendo en una indefinición que probablemente no contentará a ningún tipo de público.
'Oso vicioso' es una chiste al que le cuesta justificar hora y media de metraje. Una película en apariencia "muy bruta" que sin embargo se muestra clara y completamente capada. O censurada. Como si hubieran empaquetado la película para todos los públicos a costa de desprenderse de lo que hubiera podido hacer de ella algo especial e inolvidable. Algo realmente disfrutable que fuera más allá de un oso que canta a CGI con o sin cocaína.
Es como si a 'Oso vicioso' la hubieran despojado de lo que hubiera hecho de ella un clásico sociofestivo. Un claro ejemplo de una pobre "explotación de marca" que salvo en tres escenas contadas carece de la garra, el ingenio, la creatividad, el humor, la violencia y/o la excentricidad necesarias como para que su póster no sea lo mejor de ella. Un póster que al menos sirve para que cada espectador se monte en su cabeza una película más viciosa.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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