'Libertad' - Los rápidos y los muertos
Sólo hay que empujarla a puerta vacía: La película de 'Libertad' viene a ser a la serie de 'Libertad' lo mismo que 'La Liga de la Justicia de Joss Whedon' viene a ser a 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder'. O como si fuera lo mismo, básicamente. Estoy muy a favor de una idea que yo, personalmente, hubiera preferido explorar con los 'Antidisturbios' de Rodrigo Sorogoyen, pero no tanto de su aplicación y resultado final.
Empecemos por el principio: 'Libertad' fue concebida como una serie, y se nota. Cinco episodios de unos 40 minutos cada uno que suman en total unos 200 minutos de metraje, y que no defraudan a quien estuviese esperando la nueva serie del director de 'Gigantes'. Enrique Urbizu siempre está presente en esta romántica España de western en la que sólo hay dos tipos de personas: Los rápidos y los muertos.
'Libertad' fue concebida como una serie, y no como una película. Y también se nota, pues como película tiene más de resumen que de película. No se trata de una película propiamente dicho, sino de una serie a la que han desprovisto de algunas de sus partes -en teoría- menos jugosas. A ojo, un tercio del total. Entender se entiende, como se entiende 'Liga de la Justicia' tanto con Joss Whedon como con Zack Snyder.
Se entiende, pero ni es lo mismo ni se entiende lo mismo. Viene a parecer lo mismo pero no, no lo es, y 'Libertad' no funciona de la misma manera como película que como serie. De hecho, no funciona como película, deslavazada y entrecortada, mientras que sí funciona como serie. Como lo que fue concebida: Un relato de bandidos en cinco movimientos donde hay más muertos que vivos y nadie se puede fiar de nadie.
No sin razón los más jóvenes pensarán en 'Black Sails' y similares, pero con Curro Jiménez en lugar de John Silver.
La leyenda negra de aquella España, dura e inmisericorde, ya fuera realidad o ficción como la propia serie deja caer entre líneas a través de la figura de "El Inglés". A decir verdad la versión de Whedon se dejaba ver y se podía disfrutar, pero ni era lo que debía ni lo que estaba previsto. Era, mientras nos teníamos que conformar con ella. Se dejaba ver, se podía disfrutar. Al menos... hasta que llegó la versión de Snyder.
Lo mismo con 'Libertad', una película críptica y entretenida a la que la serie deja sus vergüenzas (aún más) al descubierto. No es otro montaje. No es otra versión. No es lo mismo pero diferente: Es lo mismo... pero capado, en cuerpo y alma. Es... una partida de Jenga a medias. La existencia de la serie despeja una duda que por otro lado la propia película expone, aparentemente sin demasiado pudor ni vergüenza.
Entenderse se entienden, pero ahí donde la serie se acerca a lo que uno espera de Urbizu la película apunta y se queda a medias. No porque dure menos, sino porque carece de entidad y personalidad propia, algo que además tampoco se molesta en disimular. Y es una pena, porque probablemente se hablará de 'Libertad' como un proyecto fallido cuando como serie no tiene nada de fallido y se disfruta sin miramientos.
Incluso más que la versión de Snyder si la de Whedon nunca hubiera visto la luz.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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