'La semilla de la higuera sagrada' - Con o sin pistola
Un intrigante cruce entre drama social y thriller de suspense que pretende reflejar la realidad política de Irán en la intimidad de una familia. Qué facil es prejuzgar a los demás, a unos desconocidos, y qué difícil es hacer lo propio con los nuestros... eh. Toda 'La semilla de la higuera sagrada' es una aviesa y constante alegoría que reduce el conflicto de todo un país a una sola familia.
Sobre la base de lo que bien podría ser un drama moral de los que tanto le gustan a Asghar Farhadi, Mohammad Rasoulof desarrolla lo que a la postre una pistola convierte en un thriller que a punto de está de escapársele de las manos. No tanto por su obviedad, como por la manera tan poco elegante (y efectista) con la que termina por abandonar al padre (y con ello a la familia) a su suerte.
Hay razones para ello, vale, de acuerdo, pero después de dos horas largas desarrollando el conflicto con tanta elegancia uno esperaba algo más refinado. Y también menos efectista.
Esto no hace de menos a esta notable película, si bien, habida cuenta de su imponente categoría cinematográfica, hubiera sido preferible que Rasoulof no hubiera tomado partido y escogido bando. Aunque siendo quien es sea evidente de por sí. Precisamente, por eso mismo, porque es un gesto innecesario. Poderoso, sí, pero innecesario y tal vez demasiado oportuno y amarillista.
Hay razones para ello, vale, de acuerdo. Qué fácil parece en la pantalla, en el cine, en 'La semilla de la higuera sagrada', y qué difícil lo es en la vida real. Con o sin pistola de por medio.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex