'Confidencial (Black Bag)' - El topo

Hace unos años Steven Soderbergh amenazó con retirarse. Incluso creo recordar que en un momento dado llegó a hacerlo. Desde entonces no ha dejado de estrenar una película o una serie cada año. Películas o series que, así a bote pronto, cuesta recordar... que cuestan recordar sin consultarlo con Google. No sé si antes de su "no retiro" ya era así, pero es algo que en cualquier caso nos lo pone en bandeja de plata.
Puede que Soderbergh no se retirase al final, que no haya parado de trabajar. Pero también que da la impresión de ser un autómata. De que rueda para mantenerse ocupado o pagar las facturas, no por pasión o ambición. 'Confidencial (Black Bag)' no es la excepción, por más que, también a bote pronto, sin consultarlo con Google, sea la película más redonda, completa o satisfactoria que ha hecho en años.
Por más que hablemos de un relato de espías frío y distante, como por otro lado suele ser característico del grueso de las películas de Soderbergh, un cineasta eficiente y elegante, sin duda, pero también frío y distante. 'Confidencial (Black Bag)' es representativo de esto, un thriller dramático y para adultos resuelto con una elegancia tan práctica, sencilla y distraida como a la postre, estéril. La respetable indiferencia respetuosa.
Es bonita, luce bien, capta nuestra atención. Tiene un reparto interesante, y se comporta de manera interesante. Pero al igual que por ejemplo también sucedía con 'Presence', cuando acaba uno se queda como estaba. No transmite, salvo la elegante solvencia rutinaria de un trabajo bien hecho que, sin embargo, no destaca en nada. Un trabajo, por decirlo de alguna manera, plano. Bonito. Respetable. Apreciable. Pero sin alma.
Desapasionado. Un trabajo por decirlo de alguna manera plano y átono, harto monótono y carente de altibajos que parece resuelto con la socorrida convicción de quien hace su trabajo, y no más que su puto trabajo. 'Confidencial (Black Bag)' es una película apreciable y respetable, si bien, a pesar de sus innegables virtudes, su alexitimia la deja un tanto vendida cuando se resuelve un pastel, a la postre, anecdótico y de poca sustancia.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex