'Juego de ladrones. El atraco perfecto' - El agua moja; el cielo es azul

El agua moja, el cielo es azul y ver 'Juego de ladrones. El atraco perfecto' supone pensar en 'Heat'. Irremediablemente. Es una referencia tan OBVIA -así, escrito con mayúsculas- que es imposible no dar por sentado, de apostar todos nuestros ahorros a que el debutante Christian Gudegast es un gran fan del citado filme de Michael Mann; posiblemente, también, y de verdad, su película más relevante.
El agua moja, el cielo es azul y Gerard Butler y Pablo Schreiber no son Al Pacino y Robert De Niro. Ni falta que hace. Gudegast juega a ser Mann, y lo cierto es que juega sus cartas bastante bien. Puede que no al mismo nivel que Mann, aquel Mann de los años 90, que por algo Gerard Butler y Pablo Schreiber tampoco son los Al Pacino y Robert De Niro de entonces. Pero es que a efectos prácticos 'Heat' no hay más que una.
'Juego de ladrones. El atraco perfecto' es un buen sucedáneo contemporáneo de 'Heat', un sorprendente buen sucedáneo que hace suyas muchas de las virtudes del filme de 1995; en especial, su ruda y contundente fisicidad. Gudegast pretende, y en gran medida consigue dar forma a una historia que no va de buenos y malos, sino de (un par de) personas; un thriller de acción que no es de acción, sino de suspense.
Un filme que protagonizan Gerard Butler y Pablo Schreiber, pero que podrían haber protagonizado los Al Pacino y Robert De Niro de aquel entonces, que no los de ahora. Sin inventar nada, Gudegast mantiene el pulso y la dignidad hasta el final de sus 135 minutos de metraje, algo excesivos, pero que nunca se desprenden de esa aureola de vibrante dramatismo que nos mantiene en constante tensión.
El agua moja, el cielo es azul, y no sé por qué, pero sorprende que 'Juego de ladrones. El atraco perfecto' sea una película tan digna. Que bajo la apariencia de "carne de cañón para videoclubs" respire un filme con tanto honor como lo tuvo 'Heat'; en especial, en cuanto a intenciones. Christian Gudegast no es Michael Mann, pero ahora mismo en la actualidad ni Michael Mann parece ser Michael Mann.
El agua moja, el cielo es azul, y a veces las apariencias engañan. O no. 'Juego de ladrones. El atraco perfecto' funciona, bastante bien y a pesar de su duración, y por el camino nos deja algunos picos realmente brillantes. Una solventísima declaración de intenciones que, quién lo diría, ante la sobredosis digital de buena parte del cine de acción actual nos deja, en este momento, el mismo regusto que si fuera 'Heat'.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Exacto. Por cierto, la banda sonora no esta nada pero que nada mal. Cliff Martinez a la batuta.
Un 6'4
No soy el primero, ni seguramente el último, en ver en este filme reminiscencias de 'Heat' (Michael Mann, 1995). No significa, per se, que sea algo malo. A veces hay productos audiovisuales que obtienen inspiración de otros materiales existentes y pueden terminar siendo buenos igualmente. Claro está que el efecto sorpresa se pierde un poco, inevitablemente.
Eso sucede con esta 'Juego de ladrones. El atraco perfecto', donde comienza con otro atraco que resulta no ir del todo como estaba planeado, lo que les pone sobre el foco de un detective de Los Ángeles llamado Nick O'Brien, quien digamos que no es precisamente el esposo perfecto, y a veces sus métodos pueden rayar la legalidad. Aún así, es capaz de llevar con eficiencia la investigación. Mismo perfil que Vincent Hanna, quien fue interpretado por Al Pacino en la película de los 90.
Quitando las similitudes obvias, 'Juego de ladrones. El atraco perfecto' es capaz de sostenerse por sí sola. Gerard Butler está lejos de sus días de gloria, aunque sigue siendo capaz de liderar un largometraje con la misma solvencia. Su papel como detective con problemas familiares y con una forma discutible de hacer su trabajo lo lleva a cabo con toda credibilidad. Le acompañan dos rostros conocidos como Pablo Schreiber (hermano de Liev Schreiber), quien es el antagonista y cabecilla de la banda, y '50 cent' como uno de los miembros de la banda con más jerarquía. Ellos también ponen de su parte con unas interpretaciones solventes para que el largometraje no se hunda.
Si bien la cinta llega a hacerse un poco pesada con tantos planes, interrogatorios y detectives haciendo su trabajo, vuelve a remontar hacia el tramo final antes de que el ritmo lastre definitivamente la experiencia. No puede evitar, aún así, tener otra referencia indirecta a 'Heat', si bien elabora el suficiente buen material para valorarla independientemente de sus influencias obvias y se obtiene un largometraje que, sin inventar la rueda, aporta una historia bien hecha y ejecutada. Queda, eso sí, alguna cosa sin explicar como el pasado de los ladrones.
7