En la puritana Inglaterra de la época isabelina una pareja lucha por mantener a flote su espectáculo de marionetas. Punch, el marido, es la cara visible y el supuesto creador si bien en realidad es Judy, su esposa y ayudante, el auténtico cerebro (en la sombra).

Demasiada "Judy" y poco "punch". De inicio 'Judy & Punch' promete y la banda sonora acompaña con mucho ánimo, si bien van pasando los minutos, uno después de otro, uno tras otro... y nada, que aunque está todo el rato amenazando con hacerlo, que no arranca.

'Judy & Punch' es una comedia negra sin gracia y con claros problemas de ritmo que, al final, sucumbe ante lo impostado de un discurso feminista tan subrayado como para poder usarlo en un juicio como defensa ante su clara falta de mordiente o perspicacia.

No, lo siento pero no cuela: En una comedia autodenominada "negra" la mala leche siempre tiene que imponerse al mensaje si se quiere trascender de la premisa. Si se quiere prosperar como película. Si se quiere hacer algo de auténtico calado y/o provecho.

Pero no, 'Judy & Punch' no prospera como película. Tampoco trasciende más allá de su premisa para ofrecer algo de auténtico calado y/o provecho, que no sea la frustración equiparable a estar durante 90 minutos tratando de arrancar un coche... sin suerte.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex