'Hunters' - 'Múnich' según (un amigo de) Tarantino
'Hunters' se desarrolla principalmente en la Nueva York de 1977 y sigue a un ecléctica banda de cazadores de nazis liderada por Al Pacino (haciendo de Al Pacino). Y aunque lo pueda parecer desde fuera no, no está basada en una historia real... aunque si está inspirada en hechos reales, queda claro una vez vista, que debidamente reformulados como una adictiva y bienaventurada serie de televisión que golpea a través de su contundente imperfección y una dispersa mezcla de géneros que no siempre funciona, pero que tampoco deja nunca de ser poderosamente estimulante.
Tras el final de la II Guerra Mundial miles de nazis huyeron de Alemania para evitar pagar por sus actos. Es de sobra conocido que muchos acabaron repartidos por Sudamérica, no tanto que muchos de ellos se escondieron en Estados Unidos. Y no nos referimos a los que el Gobierno norteamericano "fichó" por su talento (a espaldas de la opinión pública, por supuesto). Cientos de nazis que vivieron toda su vida escondidos... y a los que grupos como 'The Simon Wiesenthal Centre' intentaron, y de hecho siguen intentando darles caza mientras quepa la posibilidad de que alguno siga vivo.
Sobre el papel el planteamiento de 'Hunters' es inmejorable, un cruce entre realidad y ficción que juega a emular el 'Munich' de Steven Spielberg con las maneras del 'Malditos basterdos' de Quentin Tarantino. O algo que se le parezca, en un thriller de suspense de diez horas (y pico) que combina lo hondo y lo ligero, lo crudo y lo distendido con tanta seriedad como sentido lúdico. Por el camino 'Hunters', jalonada por continuos flashbacks, recoge elementos de cuantos relatos en torno a nazis, judíos y thrillers conspiranoicos se nos puedan ocurrir para empaquetarlos de cara al mismo público de 'The Boys'.
'Hunters', para entendernos, viene a ser como convertir una rutinaria clase de historia en un tenso espectáculo en vivo. O mejor aún: Convertir la realidad, una hipotética realidad en una ficción, una altruista ficción. No deja de ser lo que hacen todas las ficciones a las que se les llena la boca con el "basado en hechos reales": Una oportuna reinterpretación de la realidad como pasatiempo apto para el consumo humano. Una reinterpretación como, de nuevo, las de Quentin Tarantino: La historia como acicate de los instintos más básicos del público menos interesado en esa misma historia.
A lo largo de las más de diez irregulares y estimulantes horas de metraje con claro sabor y aspecto setentero de 'Hunters' se agolpan matices, detalles o referencias de todo tipo, cinematográficas e históricas, en un fresco tan grande e imperfecto, tan caprichoso y aleatorio como la vida misma. Como esa vida (de los 70) que rememoramos a través de nuestros ojos como una reverberación de la realidad, en un conjunto de cabos sueltos, agolpados uno contra el otro donde la fantasía viene acompañada del debido drama, pues, como aquel que dice, no hay 'Endgame' sin 'Infinity War'.
En ese sentido, no deja de ser curioso como aún teniendo todo tan claro 'Hunters' adolezca de una incertidumbre tonal en clara sintonía con una crisis de identidad. Una incertidumbre en la que no obstante resplandece con brillo propio: Si 'The Boys' funcionaba en la sólida certeza de su apuesta, 'Hunters' lo hace en la no menos sólida volatilidad de un ideal que alterna dolor y gozo, y viceversa, con una falta de prejuicios tan encomiable como potencialmente molesta... y viceversa. Como juega sobre el alambre para estar tan cerca y a la vez tan lejos de la zona de confort de una ficción estándar.
No es que 'Hunters' sea necesariamente una gran serie, o que siquiera tenga por qué serlo. Parecer lo parece, que Amazon la ha respaldado para que así lo parezca cuanto menos. Puede que tampoco sea una serie que recomendar abiertamente, lo que automáticamente la convierte en una más que recomendable: Porque su relativa indefinición e inconsistencia, porque su obstinada amalgama de tonos y semblantes resulta fascinante como para seguir, por puro instinto seriéfilo, hacia adelante y querer encontrarse con alguien con quién poder hablar abiertamente de ella.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
De hecho podría haber quedado y/o podría quedar muy chulo como película.
Lo corroboro. El sexto ya me pareció una maravilla pero es que el séptimo es una auténtica obra de arte de esas que uno se encuentra muy de vez en cuando. Incluso sin saber nada de la serie, puedes ver este episodio y disfrutar como un enano
Cierto! Fantástico ese episodio. Con una idea muy chula y muy bien ejecutada.