La nueva película de Navot Papushado tiene un relativo problema, y es que por encima de todo quiere "molar". Algo parecido a lo que ocurría con 'Nadie', pero resuelto de manera no tan sencilla y directa. Sigue siendo un filme en gran medida disfrutable, pero se puede decir que se queda corto en su propósito principal: Molar tanto como puede molar una de Tarantino y convertirse en un referente recurrente a la altura de 'Arma letal', 'La jungla de cristal', 'El caso Bourne', 'The Raid', 'John Wick', etc.

No es que 'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)' tenga mucho que ver con el cine de Tarantino, pero está claro que es el mejor ejemplo de cineasta que crea tendencia. El calado icónico de sus filmes es innegable, tanto como el arraigo en la cultura popular de personajes como Martin Riggs, John McClane, Jason Bourne, Rama o John Wick. Y sin duda 'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)' ansiaba formar parte de este selecto grupo cuyos miembros no necesitan de presentación alguna.

Ese relativo problema que mencionaba al principio reside en que para molar no basta con desearlo. La película se vuelca y pone todo de su parte, pero de tan manera tan evidente que a menudo resulta forzada; sobre todo, cuando hablamos de una producción en realidad muy sencilla que la mayoría de las veces promete más de lo que acaba ofreciendo. Molar es al igual que el carisma, algo no impuesto ni matemático que nunca mejor dicho, "mola" cuando resulta natural y orgánico. Cuando "surge".

La diferencia entre el Jack Sparrow que hacia gracia de por sí del que tiene que hacer gracia por que sí. Esta imposición es lo que acaba lastrando a 'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)', una entretenida película de acción demasiado "pagada de sí misma", lo que acaba jugando en su contra, por cuanto es tanto el artificio que no es digno de tanto amor propio. Como estar todo el rato diciendo que alguien es muy guay sin enseñar nunca el por qué tenemos que creerlo. Porque lo digo yo.

'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)' está más cerca de producciones como 'Shoot 'Em Up', 'Crank', 'Hardcore Henry', 'Everly', 'Guns Akimbo', 'Jolt' o la propia 'Nadie', si bien se cree mejor que cualquiera de ellas. Esos son más minutos y sobre todo una mayor solemnidad de la debida, dando demasiado espacio a personajes en su mayoría irrelevantes que sin embargo son tratados como si fueran la Michelle Yeoh de 'Supercop', la Lena Headey de 'Dredd' o la Angela Bassett de 'Días extraños'.

Las tres molaban en cualquiera de ellas, por méritos muy propios y sin imposición alguna. Simplemente, la magia surgía (de la película). Sin embargo esta película carece de la brillante solidez de 'Big Bad Wolves' que puso a Papushado en el mapa. Tampoco sus escenas de acción -salvo una- son especialmente remarcables, lo que unido a todo lo demás nos deja la agridulce sensación que sin estar nada mal, si es un esfuerzo constante por parecer ser algo en lugar de intentar ser ese algo.

No basta con decirlo ni mucho menos con aparentarlo, que a Ripley, Furiosa, Selene, Lara Croft o Alice tampoco nadie les regaló nada. Se lo ganaron con el sudor de un esfuerzo que 'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)' no parece (dispuesta a) hacer.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex