Es como una de 'Transformers' sin el "toque personal" de un Michael Bay.

Es como una de 'Misión: Imposible' sin la "credibilidad" de un Tom Cruise.

Es como una de Jackie Chan sin la "economía de medios" de Jackie.

Es como una de Marvel Studios sin el "trabajo en equipo" de Los Vengadores.

...

Hace más o menos un mes que pude ver ya 'Fast & Furious 8'. O más bien, que sentí que la había visto. De hecho hace ya más de un mes que la tengo votada en IMDb. Nada más ver su segundo tráiler, el encargado de arrebatar el último suspiro de sorpresa que le podía quedar a la nueva entrega de una franquicia "anclada" a un paradigma, mucho nos tememos, más para mal que para bien con el paso (y el peso) de cada nueva entrega.

Ver ahora la versión extendida de aquel tráiler no parece una forma de hablar. Literalmente, es lo que parece. Y no ya solo por un nuevo resumen que algunos se empeñan en llamar "tráiler". Al fin y al cabo hablamos de una nueva entrega de una larga franquicia, lo dicho, "anclada" en un paradigma llamado Vin Diesel, quién sobra decir disfruta como un Rey al que no le gustan las sorpresas (ni que le hagan sombra) de aquello que puede considerar su reino.

Una nueva entrega que, básicamente y tirando de la respuesta 2.1 del manual, es una más. Tal cual suena, 'Fast & Furious 8' es tan lo que cabe esperar que a la hora de la verdad uno se siente algo decepcionado. Porque es eso, es lo que esperas que sea, más aún si ya lo has visto en su tráiler. No hay de menos, pero tampoco de más y la sensación de acomodamiento a ambos lados de la pantalla parece tan evidente como para que la diversión se torne en rutina.

Y es que da igual que, a nivel argumental, te pierdas una película de la saga, que no te habrás perdido nada...

El "Vamos a necesitar un coche más grande" suena gastado por culpa de la reiteración. De los mismos chistes de gallito. De frases lapidarias en lugar de diálogos. De ese aura trascendental de rebajas agitada al son del culo de una chavala o los músculos de un chavalo. De un grupo de monigotes cada vez mayor que lo único que hacen es orbitar alrededor del Sol Toretto. De salvar un mundo repleto de torpes e inútiles del que cada vez se está más desconectado.

De un guión centrado en hilvanar escenas de acción sin darle más valor del que podría tener un desfile de coches, tan de lujo como pasajeros. Tan espectacular como gratuito y carente de un valor, aunque sea simbólico, que vaya más allá de lo rematadamente cool que pueda parecer todo... Vamos, de lo visto en las anteriores, que ya sabemos lo que hay. Claro que en la 5 tenía una gracia que ha ido perdiendo poco a poco por, lo dicho, el encasillamiento.

Diga lo que quiera de 'Transformers'... pero sabemos quién es su director porque reconocemos a su director. Diga lo que quiera de Tom Cruise... pero sabe cómo ponerse en evidente peligro, y cómo darle credibilidad para que exista suspense. Diga lo que quiera de Jackie... pero estaríamos el día entero viendo vídeos suyos, sin pestañear. Diga lo que quiera de Marvel y sus "vengadores"... pero más o menos importan todos... o la mayoría... o al menos más de uno.

¿Algo importante que deba importarle al fan que la ha impulsado hasta aquí? En verdad no, si es que ha llegado a leer algo de este o cualquier otro texto relacionado. 'Fast & Furious 8' es la definición de una secuela: Más, más y más. Ahora bien, no necesariamente mejor. Porque más no es más, simplemente es más. Da igual que le pongas trenzas a Charlize Theron, que raparle la cabeza no es lo que hizo de 'Mad Max: Furia en la carretera' un enorme disfrute...

... como la calva de Vin Diesel no hace que 'Fast & Furious' lo sea de por sí. Hace falta algo más, ese mismo "algo más" que rescató a la franquicia en su cuarta entrega, y ese mismo "algo más" que la elevó a los altares en su quinta parte. La sexta perfeccionó un modelo que ya no brilló tanto en la séptima, y que en esta octava da muestras de fatiga. Sigue molando y en términos propios del filme, es lo que es y vamos a lo que vamos, porque así es la familia... y eso.

Claro que, a la hora de la verdad, ¿con quién te vas de cañas? ¿con la familia... o con los amigos? Pues eso, que la franquicia ya es uno más de la familia, y eso, como bien sabemos, le quita buena parte de su sex appeal a los cuñados.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex