'Evangelion: 1.0 You Are (Not) Alone' - Shinji, súbete al robot otra vez
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Hideaki Anno dio vida en 1995 a ‘Neon Genesis Evangelion’, uno de los animes más icónicos, originales e influyentes de la historia. Debajo de una carcasa tan vista como la del anime de robots mechas se halla una serie sobre la humanidad en sí misma, con un fuerte carácter psicológico, triste y melancólico, reflejando las frustraciones, inseguridades y miedos de su creador. En 2007, unos cuantos años después, sale a la luz la primera entrega de un proyecto muy ambicioso: la reconstrucción de Evangelion y el nacimiento de Studio Khara, nuevo estudio de animación que surge de la huida por parte de Hideaki Anno de GAINAX, el estudio original de ‘Neon Genesis Evangelion’. Un nuevo comienzo en toda regla.
Este ‘Rebuild of Evangelion’ nunca dejó muy clara su relación con la serie. A priori, era una obra independiente, una nueva versión de la misma historia con todo el presupuesto, tiempo y la experiencia que no tuvieron en los 90. Hideaki Anno no era el mismo en 2007 que en 1995, y esta reconstrucción podría servir para reconciliarse con su alter ego, Shinji Ikari, que no recibió un trato especialmente bueno. Selecta Vision ha decidido reestrenar en cines toda esta saga de películas, y me ha parecido una oportunidad perfecta para verla por primera vez en pantalla grande y revisitarla, pues si algo caracteriza a esta franquicia es cómo sus producciones ganan matices con sus revisionados.
Con ‘Evangelion: 1.0 You Are (Not) Alone’ siento muchas contradicciones. Por una parte, me gustaría juzgarla sin tener en cuenta a la serie, pero por otra creo que es imposible no entrar en comparaciones para ver qué aporta esta película a la mitología de su universo. La realidad es que es el capítulo más conservador de todos, siendo prácticamente un remake de los primeros seis episodios del anime pero dejando claros varios puntos que marcan la diferencia.
El primero es que, sin dejar de lado su amor por las incógnitas y la inquietud del espectador, Hideaki Anno se explaya algo más. Lo que antes era críptico ahora es bastante más explicativo, dejando al espectador en una posición mucho más cómoda frente a los sucesos de las siguientes películas. También hay un mayor equilibrio entre el componente humano y el mecha, dando más protagonismo a la acción. El existencialismo de Shinji Ikari, sus problemas paternofiliales y su depresión siguen siendo importantes, pero tienen menos espacio. Para compensar tenemos una animación mejorada y unas escenas de acción más espectaculares.
Estos cambios hacen de esta primera entrega una versión acelerada y simplificada del arranque de ‘Neon Genesis Evangelion’, que funciona como blockbuster animado y como introducción a los temas recurrentes en la franquicia, pero que se queda muy coja sin sus secuelas. Es disfrutable, porque los elementos que funcionaban en 1995 siguen funcionando igual de bien. La banda sonora de Shirô Sagisu es espectacular, el diseño artístico es una genialidad (aunque adaptado al anime moderno, perdiendo algo de carácter), y su clímax en la batalla contra Ramiel (el ángel más bizarro y creativo de todos, que ya es decir) es brutal, pero es inevitable sentir que se queda a medias. Aunque al fin y al cabo esto solo es el comienzo de algo muy grande.