No por casualidad, 'Escape Room 2' es una secuela de 'Escape Room'. ¿Y qué si no esperar más de lo mismo?

Es lo que parece, y de nuevo, lo que quiere ser también a la segunda: Un sucedáneo no sangriento de la franquicia de 'Saw'. Y como tal, como sucedáneo además de como secuela de un sucedáneo, funciona más o menos en igual medida como una película entretenida, y mayormente efectiva que cumple de sobra en virtud de lo que cabe esperar, como espectador, de una secuela de 'Escape Room' sin ningún tipo de ambición.

Funciona, que es lo importante, como una película más o menos entretenida y mayormente efectiva para quien acuda sobre aviso y con conocimiento de causa en busca de lo que da; ni más ni menos, que lo necesario para tirar hacia adelante con determinación, la debida decencia, poca coherencia y sobre todo un ritmo bastante ágil, no vaya a ser que alguien se acuerde de todo lo que está pasando en el mundo que está fuera de la sala de cine.

El concepto está claro, es evidente, claramente capitalista y por supuesto, tan funcional como hueco. Aún más a la segunda. 'Escape Room 2' continúa allí en donde terminó la primera, más de lo mismo sin que el desgaste aún sea tan evidente o sustancial como para que no siga funcionando, si no tan bien si casi tan bien para quien lo dicho, se sienta atraído por una incipiente franquicia que ni arriesga ni supone algún tipo de reto.

Sin nada realmente turbio que enseñar, 'Escape Room 2' es una copia de una copia que gustará (sin llegar a entusiasmar) a los que les gustó una primera entrega a la que no intenta superar ni mejorar. Comienza, se disfruta, y acaba. Por ahí, entre medias, algún que otro momento apreciable en su justa medida que compensa la irrelevancia global de una tramposa pero eficaz distracción que todo hay que decirlo, va de frente.

De nuevo, otra vez.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex