'El Viejo Roble' - Algo es algo. Menos es nada
Una película de Ken Loach y Paul Laverty. Otra más. Permítanles que insistan hasta el final. Eso viene a ser en resumen 'El Viejo Roble', película que viene a ser lo que cabe esperar que sea una película como 'El Viejo Roble' viendo su sinopsis y sobre todo quien está detrás, dicho sea ni de buenas ni de malas. Su idealista y amable candidez encontrará acomodo en el espectador predispuesto a ello. Ni tan mal.
Ni tan difícil, pues después de tantos años Loach & Laverty saben lo que se hacen y resulta fácil e incluso ya que estamos, cómodo empatizar con esta buenista película que no asume riesgos innecesarios. ¿Para qué? Ahora bien, no deja de ser un manipulador brindis al sol cuya aparente y arquetípica honestidad puede ser puesta en duda con la misma facilidad con la que entra y sale de nuestras vidas.
Y es que, por resumir, 'El Viejo Roble' es amable cine social de clase media acomodada que tira de estereotipos, lugares comunes y situaciones predecibles con la suficiente madurez resignada como para saber que después de tantos años, el mundo no va a cambiar por una simple película. Cine que sienta cátedra desde la comodidad del hogar, siendo una suerte de verdad "muy cómoda" con la que pasar el rato.
A la salida el mundo será el mismo, aunque como mínimo nos sentiremos igual de bien que cuando nos asaltan por la calle y damos un donativo tirando de las monedas sueltas de la cartera... Algo es algo. Menos es nada. Y es que no puedes cambiar el mundo, pero sí puedes intentar mejorar el de quienes te rodean y hacer de la vida algo que merezca la pena, pues no hay drama que dure más de dos horas.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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