'El día más feliz en la vida de Olli Mäki' - Lo que es chico, encanta
Lo pequeño siempre ha sido asociado con un sentimiento de cariño. Aquello que es chico de estatura, proporción, duración o incluso esencia despierta una sensación de aprecio instantáneo, como si no hubiese otra alternativa que abordarlo con simpatía y felicidad. "Hay que quererlo" que dicen por el sur. 'El día más feliz en la vida de Olli Mäki' es la personificación cinéfila de este concepto.
La película, mareada entre la comedia y el drama, es un biopic deportivo en torno a la figura de Olli Mäki, cuyo parecido físico con el actor que lo encarna, Jarkko Lahti, es asombroso. En ella se establece una relación irónica entre el final de la misma y el título de la cinta, en un claro juego de palabras. La moraleja del relato es que a veces, en la derrota se haya la victoria, un mensaje inteligente a pesar de la decepción que supone el clímax de la película, la cual fomenta con amor, boxeo y zona de confort la llegada de dicho momento.
De manufacturación finlandesa, 'El día más feliz en la vida de Olli Mäki' ('Hymyilevä mies' en su original) demuestra dos características identificadoras del cine de esta región nórdica; el talento a la hora de reflejar la alternancia de emociones en estados de ánimo y el gusto por el filtro blanco y negro. La dirección es tenue, comedida, al servicio de la historia y del protagonista, al que por momentos se le monitoriza, y junto con una fotografía que aprovecha con inteligencia los claroscuros, aromatizan el filme de un aire clásico bastante llamativo.
'El día más feliz en la vida de Olli Mäki' pasa sin pena ni gloria por nuestro corazón, se paseará sin causar revuelo por los cines de España y probablemente revolotee por tiendas sin levantar sospechas cuando salga al mercado doméstico, pero no por ello supondrá un mal rato de cine de tomar la decisión de verla. Más que eso, se le guardará un cariño por ser, en su pequeñez, extrañamente encantadora.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_